Camino a la ResurrecciónMuestra
Apasionado y protector
Esta no fue la primera vez que el Señor Jesús estuvo en el templo. Sus padres lo dejaron allí por accidente una vez cuando era niño, y también había enseñado en ese mismo lugar algunas veces durante su ministerio. Pero esta visita fue diferente. Esta vez sorprendió a los asistentes al templo con más que sus palabras. En esta ocasión se airó por las actividades que tenían lugar en el patio del templo.
La ira no es lo que esperamos de Cristo, pero Dios siente pasión por su pueblo, y su pueblo estaba a merced de mercaderes en el templo. Eso tenía que cesar. Por eso, Cristo volcó las mesas, expulsó a los explotadores, y citó frases de los profetas para demostrar que estaba en lo cierto. El templo de Dios es un lugar de oración para las naciones, no un negocio.
Este suceso nos enseña que Dios está en contra del engaño y la codicia, pero hay un mensaje mucho más profundo en el hecho. La intensidad de la reacción del Señor refleja el amor del Padre por su pueblo. La pasión que Él demostró en el templo no era por el edificio: era por los fieles que se habían reunido y, a mayor escala, por las naciones que ellos representaban. Es evidente que Dios no toma a la ligera nuestros corazones. Nos protege, pues es celoso de nuestra adoración y celoso de nuestro amor.
Cuando Salomón dedicó el primer templo de Jerusalén, los sacerdotes se postraron sobre sus rostros mientras Dios llenaba el edificio con su presencia. Esta edificación era tierra santa, un lugar de pureza y oración. Siglos más tarde, cuando Jesucristo volcó las mesas de los cambistas, demostró la intensa pasión de Dios por esta misma tierra santa. Pero, ¿qué sucede hoy en día? Los fieles ya no se reúnen en un templo en Jerusalén. ¿Adónde dirige Dios su pasión? A nosotros.
En el Nuevo Testamento, el pueblo de Dios se convierte en el templo de su presencia. El edificio da paso al cuerpo. Si Cristo pudo indignarse por un templo de piedra, ¿cuánto más por el cuerpo de creyentes? La pureza y la devoción del lugar donde el Señor mora, le importan profundamente. El Señor Jesús entra a nuestros corazones con celo para expulsar toda influencia pecaminosa y para hacernos suyos.
Escrituras
Acerca de este Plan
Si se nos preguntara cuál es el evento religioso más importante del año, la mayoría diríamos que es la Navidad, cuando en realidad es la Semana Santa, ya que la encarnación fue apenas el comienzo de la historia. El Hijo de Dios vino al mundo a morir y resucitar como nuestro Salvador para que pudiéramos ser reconciliados con el Padre celestial, y disfrutar de su presencia por toda la eternidad.
More
Nos gustaría agradecer a In Touch Ministries por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.encontacto.org/planes-de-lectura