Vive tu llamado: ¿Para qué estoy aquí?Muestra

La eternidad debe dar forma a tus metas

Los propósitos de Dios para tu vida no son solo para aquí y ahora; son por los siglos de los siglos. Si piensas que esta vida es todo lo que hay, entonces establecerás metas como si esta vida fuera todo lo que hay.

Por otro lado, si te das cuenta de que un día vas a estar delante de Dios, cuando Él te pregunte: “¿Qué hiciste mientras estabas en la Tierra? ¿Aprendiste lo que puse allí para que aprendas? ¿Confías en mi Hijo?” —entonces se verá la forma que diste a tus metas.

¿Te ayudan tus metas a conocer a Dios, crecer en Dios, servir a Dios, compartir a Dios, amar a Dios y a hablarles a otros acerca de Dios?

Lo que te estoy preguntando es, por ejemplo, ¿cómo oras? Cuando oras, ¿oras para que Dios te ayude con tu propio propósito u oras para alinearte con el propósito de Dios? Si dices: “Dios, solo quiero hacer lo que me pusiste a hacer en la Tierra”, te garantizo que Dios bendecirá todo lo que toques, porque Él está buscando personas a las que pueda usar para cumplir Sus propósitos.

Las metas piadosas tienen la eternidad en mente. Pablo da un ejemplo de esto cuando dice: “Así que yo no corro como quien no tiene meta" (1 Corintios 9:26a). ¡Pablo era un corredor impulsado por un propósito! Se negó a ser distraído.

A menudo la Biblia compara la vida con una carrera, así que quiero que pienses esto: en una carrera, la meta está predeterminada y avanzas hacia ella paso a paso.

Lo mismo ocurre con los objetivos. Los vas logrando paso a paso, y obras con propósito en cada paso.

Reproduce la enseñanza de audio de hoy del pastor Rick