Vivir renovado: PropósitoMuestra

Creada con un propósito

Cada una de nosotras nació para cumplir un propósito específico en este mundo. Aunque no lo reconozcamos o no lo sepamos todavía, Dios ha diseñado a cada persona con una combinación única de dones que quiere utilizar para hacer crecer su iglesia. Afortunadamente, Dios ha puesto pistas en nuestros corazones y, a través del Espíritu Santo, nos guía para descubrir nuestro propósito.

En la infancia tenemos una gran imaginación. Creamos personajes y mundos enteros en los que nos vemos capaces de todo. ¡El cielo es el límite! No hemos aprendido a temer ni nos han dicho que no podemos hacer algo. Todavía no nos limitan las duras realidades de la vida ni nos preocupa el estatus. Estamos seguras de quiénes somos y somos libres de realizar nuestros sueños.

Recuerdo que jugaba en el patio delantero con mi pijama de superhéroe con la parte superior e inferior del mismo color. ¡Era la Mujer Maravilla, rescatando al mundo del peligro! Hacía guardia en el porsche con las manos en la cadera y, a la primera señal de problemas, me lanzaba a salvar el día. Incluso después de jugar todo el día, no me cansaba.

Cuando me hice mayor, me pregunté por qué había tenido ese deseo particular cuando era pequeña. Me quedó claro que, incluso de niña, quería ayudar a los que no podían ayudarse a sí mismos. Como pastora, eso es exactamente lo que hago hoy. Trabajo incansablemente para rescatar a las personas de las puertas del infierno guiándolas hacia El Salvador. Sé que Dios me puso en esta tierra para ayudar a salvar a la gente. Él puso ese deseo en mí desde el principio.

Quizá no querías ser una superheroína. En lugar de ello, seguiste una rutina nocturna para todas tus muñecas, o preparaste una clase con animales de peluche para enseñarles. Tal vez pretendías curar a los enfermos, informar las noticias o explorar nuevos mundos. Sean cuales sean los sueños que tenías de niña, no estaban en tu corazón por casualidad. Dios los puso allí con un propósito. Aunque el mundo te haya convencido de que los descartes como imaginarios, siguen estando ahí, entrelazados en el tejido de lo que Él te creó para ser.

Si no estás segura del propósito de Dios para ti, mira lo que has soñado. Considera las cosas que te hacen llorar, que tiran de las cuerdas de tu corazón, que te entusiasman y que te llevan a una ira justa. Él puso esas cosas en ti, creándote de manera única para un propósito que solo tú puedes cumplir. 

Dios, gracias por haberme creado con un propósito específico en mente. Gracias por creer en mí y darme exactamente lo que necesito para cumplir Tu llamado en mi vida. Revélame las pasiones, las esperanzas y los deseos que has puesto en mi corazón, y muéstrame claramente cómo utilizarlos para Tu reino, Señor. Ayúdame a vivir según Tu voluntad y a darte gloria con todo lo que digo y hago. En el precioso nombre de Jesús, amén.