Soy agradecidoMuestra

Todo lo bueno viene de Dios

La mayoría de nosotros estamos de acuerdo con esta idea de que todo lo bueno proviene de Dios. Pero, ¿concuerdan nuestras palabras y actitudes con eso? Una forma de averiguarlo es preguntar: "¿Es obvio para los demás que creo que Dios es el proveedor de todo lo bueno en mi vida?".

Intenta este ejercicio siempre que necesites fortalecer tu perspectiva de gratitud. Piensa en algo o alguien bueno que tengas. Retrocede hasta que encuentres a Dios como la fuente de lo que te hizo bien.

Darnos cuenta que Dios es la fuente de nuestro bien tiene muchos beneficios. No sólo nos volvemos más agradecidos cuando nos damos cuenta que no estamos haciendo lo correcto, sino que nos volvemos menos ansiosos por la pérdida, somos mejores en el cuidado, más generosos en dar y menos amigables con el orgullo.

Ora: Dios, gracias por Tu bondad. No sólo por las cosas buenas, las experiencias y las personas, sino sólo por Ti. Por quien Tú eres. Porque, Señor, eres tan bueno. Llena mi corazón y mi mente de gratitud por mi relación contigo.