Soy agradecidoMuestra

No dejaré que lo que quiero me robe lo que tengo.

La satisfacción y la gratitud no son idénticas, pero seguro que son familia. La satisfacción vive en algún lugar cerca del comienzo del camino hacia una perspectiva de más gratitud.

Por ejemplo, es difícil sentir gratitud por algo que has recibido cuando al mismo tiempo deseas más de eso mismo. Piensa en un niño pequeño que te da las gracias por los dulces porque ha descubierto que así obtendrá más. ¿Está contento de tener los dulces? Sí. Pero, ¿está contento con lo que ya han recibido? Probablemente no. Una perspectiva agradecida se da cuenta que Dios nos dio el bien que tenemos, responde con alabanza y luego cree que Su bien es suficiente. Sin embargo, a menudo nos acercamos a Dios con un “Gracias. Más, por favor ".

¿Cómo podemos evitar que el descontento nos robe la comprensión de la provisión totalmente suficiente de Dios? Practicamos diciendo: “Gracias, Dios. Eres suficiente ". Cuando lo hagamos, descubriremos que la gratitud convierte lo que tenemos en suficiente.

Intenta esto: mira a tu alrededor y comienza a agradecer a Dios por las cosas que ves. Empieza hoy mismo una lista mental de las cosas que Él ha hecho por ti. Compártelos en un debate o publícalos en las redes sociales esta semana.