Solterones con propósitoMuestra

¿Te ha pasado que llegas a un momento en la vida en que decides ya no intentar nada, porque te has desgastado emocionalmente, te sientes cansado hablando en materia de amor? Lo has dado todo y Dios ha sido testigo de lo que has hecho: entras a la etapa de la resignación.

Creo que todos, en algún momento, o por lo menos la mayoría, decimos palabras como: “Yo quizás tengo el don de la soltería” o, lo que es peor, vienen tus tías y te dicen: “Tú te quedarás para vestir Santos” o te preguntan, cada navidad, cuándo llevarás a alguna pareja a las fiestas y es en lo menos que quieres pensar porque has fracasado rotundamente. Aunque muchos digan lo contrario, el amor puede llegar a cansarte emocionalmente si lo estás dando en la dirección incorrecta.

Hay una generación completa que está agotada emocionalmente. Eso mismo hace que ya no quieras buscar algo serio para tu vida o, por lo menos, desearlo en algún futuro, porque temes fracasar en el amor, sueles ser muy sentimental y quizá llegar a volver a fracasar te aniquilaría y tú no deseas eso.

En muchas ocasiones, ocurre que la insatisfacción del corazón ante la soledad da lugar a que busques llenura en los lugares equívocos: puede ser una relación personal (no necesariamente alguien que quiere un noviazgo, sino un amigo que te lleve a malas decisiones); puede ser el alcohol y las drogas, ya que encendiste la necesidad en tu vida de ingerir alguna sustancia para poder sentirte aliviado(a) ante lo que te pasa.

Aunque te preguntes: ¿De verdad alguien puede llegar a caer en esto por un fracaso amoroso? La respuesta es un rotundo sí. Hay personas que vagan, literalmente, por las calles, buscando cómo poder satisfacer su corazón ante el vacío. Tú podrás alimentar tu vacío, pero solo será por un momento. Llegaras a casa y te acostarás en tu cama sintiendo la misma hambre con que saliste hace unas horas y todo lo que hiciste será en vano porque sentirás o la misma o muchísima más hambre, porque ahora el vacío es más grande y crece cada vez que intentas llenarlo en tus fuerzas.

Hay vacíos que ningún amigo, ningún padre, ni siquiera un pastor podrán llenar. La tarea de llenar vacíos es totalmente del Espíritu Santo y, cuándo le das cabida en tu vida, Él va en busca de tus vacíos para llenarlos. Es tan interesante, que luego de que llena un vacío va en busca de otro hasta que lleguemos a estar completamente plenos en Él.

Hay una diferencia abismal entre la felicidad y la plenitud: la plenitud es no necesitar nada más porque ya estas completo. Dios quiere que seas pleno en Él y no tengas la necesidad de buscar la “plenitud” fuera de Él. 

Permítele al Espíritu Santo entrar en tu vida, Que Él te llene en tu soltería.  Solamente dile que lo necesitas, sé brutalmente honesto y dile lo que sientes.