Sal De Tu CabezaMuestra
Una Cosa
Si lo piensas, es increíble: ¿Cómo algo que no podemos ver controla tanto quiénes somos, determina lo que sentimos y lo que hacemos y lo que decimos y lo que no, dicta cómo nos movemos o dormimos, e informa lo que queremos, lo que odiamos, y lo que amamos?
Capturar todos nuestros pensamientos parece una tarea imposible, especialmente considerando la cantidad de ellos por minuto. Estudios dicen que tenemos alrededor de 30,000 pensamientos al día. Lo que significa que quizás tenemos treinta y un pensamientos por minuto. Pero, ¿y si un solo pensamiento tuviera el poder de interrumpir nuestras vueltas y traer paz a nuestro caos mental?
La vida del apóstol Pablo fue una imagen de la interrupción. Luego de que las escamas cayeran de sus ojos, su mente se centró en una realidad totalmente nueva. No había otra esperanza, ni otra narrativa, ni otro sonido en segundo plano. Detuvo las cosas que lo habían distraído y se permitió enfocarse en una sola cosa: “Porque para mí el vivir es Cristo,” escribió Pablo en Filipenses 1:21, “y el morir es ganancia” (RVR1960). Es todo—siempre—acerca de Cristo.
Pablo experimentó un cambio masivo, y ahora era un hombre totalmente diferente. Ya no era esclavo de sus circunstancias o emociones. Pablo ahora elegía vivir consciente del poder de Cristo en él, a través de él, y por él. Pablo ahora tenía el poder del Espíritu—el mismo que levantó a Jesús de la muerte, y ahora él elegía vivir consciente de él y bajo ese poder.
Dios construyó un camino para que escapemos de las vueltas de nuestros pensamientos tóxicos. Pero raramente lo tomamos. Hemos comprado la mentira de que somos víctimas de nuestros pensamientos en lugar de luchadores equipados para pelear en la primera línea de la mayor batalla de nuestra generación: la batalla de nuestras mentes.
Dios, Tú me equipas para esta batalla contra las mentiras que creo sobre quién soy y quién Tú eres. ¡Ayúdame a nunca sentirme víctima de mis pensamientos, porque Tú ya eres victorioso! Amén.
Acerca de este Plan
¿Te sientes como una víctima de tus pensamientos revoltosos? ¿ A menudo te ves influenciado por patrones tóxicos de pensamientos tales como victimismo, ansiedad, y distracción? El enemigo de nuestras almas está determinado a hacernos sentir indefensos, abrumados, e incapaces de hacer algo diferente para el reino de Dios. ¡No tiene que ser así! Sal de tu cabeza y adéntrate en las promesas de Dios en este devocional de cinco días de Jennie Allen, que cambiará tus pensamientos.
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