La Biblia explicadaMuestra

¿Para qué es la Biblia?

Seamos sinceros en esto. Es fácil hacer decir a las Escrituras lo que nos gustaría que digan en vez de lo que realmente dicen. Ese es el motivo de que haya tantos debates candentes en las redes sociales que incluyen versículos de una manera que no siempre ayuda a los demás ni honran a Dios.

Este es el trato: Las Escrituras no son para atacar o para ganar discusiones. Su propósito es animar, corregir, transformarnos, y ayudarnos a ser más como el Señor.

Es crucial que usemos la Biblia correctamente. Tenemos que usar los versículos en su contexto. Además, tenemos que asegurarnos de que estamos usando la verdad de la Biblia de una manera agraciada.

No manipules versículos para generar una riña, agredir a alguien o justificar tus deseos. De hecho, tomar versículos fuera de contexto es una de las maneras que vemos a Satanás tentando a Jesús.

Antes de que Jesús comience su ministerio, lo vemos ayunando por 40 días en el desierto. Durante este tiempo, Jesús se estaba preparando interiormente antes de enseñar a otros exteriormente. Se estaba llenando de las Escrituras y preparando para la oposición a través de la oración.

Luego de este período de 40 días, Satanás tentó a Jesús tres veces. Una vez le dijo a Jesús que se arrojara desde un precipicio porque los ángeles lo salvarían. De hecho él estaba citando el Salmo 91. Pero Jesús le respondió:

Jesús respondió, "Las Escrituras también dicen: “No pondrás a prueba al Señor tu Dios.”Mateo 4:7 NTV

Sacar de contexto a las Escrituras es una táctica engañosa que no debemos repetir. Así que no uses las Escrituras para estafar a otros de manera que obtenengas lo que quieres.

La sabiduría en esto se obtiene con la práctica y con oración, no te desesperes. Jesús pudo discernir a Satanás porque él sabía las Escrituras y él conocía a su Padre. Entonces requiere paciencia. Requiere tiempo. Pero cuando consistentemente pasas tiempo con Dios leyendo su Palabra y conversando con Él a través de la oración, el Espíritu Santo será fiel en ayudarte a saber cuándo algo no honra a Dios.

Así que recuerda: no uses la Palabra de Dios como un arma para atacar a otros. Pero sí utilízala como una manera de hacer guerra en nuestras batallas espirituales con nuestro enemigo. Dios te ayudará a saber la diferencia al buscarle continuamente.

Ora:Dios, examina mis motivaciones. Revélame si hay algo en mí que no es de parte tuya. Ayúdame a interpretar las Escrituras de la manera correcta con las motivaciones correctas. Quita mi planes y pon los tuyos. Dame discernimiento para saber qué es de parte tuya y qué de parte del adversario. Ayúdame a usar las Escrituras como un arma contra mi enemigo espiritual, pero no contra las personas. Gracias por el poder de tu Palabra y la presencia del Espíritu Santo.