[El amor de Dios] ConsueloMuestra

¿Dónde está tu deleite?

Deleitarse en algo es encontrar gran placer, felicidad y alegría. Hay muchos versículos en la Biblia que declaran que encontramos gozo cuando pasamos por pruebas y tiempos difíciles. A menudo me pregunto: ¿por qué es eso? Parece algo contradictorio encontrar alegría, mientras atraviesas un momento o circunstancia difícil. Pero en el reino de Dios vamos a encontrar muchas cosas contradictorias que se encuentran en un terreno común. Esto se debe a que tenemos un Dios que nos promete que su amor eterno por nosotros, siempre nos dará consuelo. Un Dios que dice que, si nos enfocamos en él, él se encargará de todo por nosotros.

Hay una esperanza que viene con confiar en Dios cuando estamos pasando por un momento difícil en nuestras vidas. Una esperanza que viene de saber que el amor de Dios nos da consuelo. Una esperanza que es el resultado de deleitarse y regocijarse en las promesas de Dios. Puede que no sea fácil encontrar alegría o felicidad cuando atravesamos sufrimientos, pero debemos saber que nunca estamos solos en nuestros sufrimientos. La Biblia dice que tenemos al Espíritu Santo con nosotros como nuestro Consolador y que él estará con nosotros para siempre. Nos dice que todo por lo que pasamos está destinado a hacernos crecer como individuos, en nuestra fe, y ayudar a otros que pasarán por lo mismo por lo que estamos pasando ahora.

Cuando nos deleitamos en algo, queremos pasar tiempo con eso. Puede ser un programa de televisión, música, la compañía de amigos o familiares, una buena comida, un programa deportivo; sea lo que sea lo que nos trae alegría, queremos pasar tiempo haciéndolo. ¿Considerarías tomarte un tiempo diariamente para disfrutar la Palabra de Dios y sus promesas? ¿Pensar en todas las ocasiones en que el consuelo de Dios te dio esperanza y alegría durante los momentos más difíciles de tu vida?

A medida que aprendemos a deleitarnos en las promesas de Dios, a medida que aprendemos a encontrar gozo durante las pruebas y los tiempos difíciles, porque sabemos que tenemos la promesa de su amor eterno, fiel y reconfortante, recuerda que Dios también se deleita en nosotros con gritos de alegría. ¡Qué maravilloso es su amor por nosotros!