[Serie Seguidores] Valentía en la tormentaMuestra

Jesús ora por ti

En el libro de Mateo, capítulo 14, se encuentra la asombrosa historia de cuando Jesús caminó sobre el agua. Jesús acababa de terminar de alimentar a 5000 personas y guiaba a los discípulos para que se subieran al bote, cuando despidió a la multitud. Una vez que hubo hecho eso, eligió no ir con los discípulos, decidió en su lugar, subir a la montaña para orar. En la noche, él estaba allí solo.

Los discípulos eran pescadores, así que sabían cómo navegar su barco. Entonces, comenzaron a navegar en el Mar de Galilea, que era conocido por las tormentas. Esta área es un lugar que está a 600 pies bajo el nivel del mar. El aire fresco soplaría sobre las montañas y colinas que lo rodean y crearía la presión necesaria para producir grandes tormentas. Bueno, ellos no tenían conocimiento de esto, pero Jesús los estaba enviando a una tormenta.

Quizás te estés preguntando: «¿Qué clase de Salvador envía a sus discípulos a la tormenta? ¿No se supone que él me va a salvar de la tormenta? ¡No me envíes a un lugar así!» Sí, tienes razón. Él definitivamente es el que no solo rescató a los discípulos de una tormenta real, sino que también te rescatará de cualquier tormenta metafórica que estés atravesando.

Mira, mientras los discípulos estaban en el bote experimentando una tormenta, Jesús estaba en la montaña orando. Jesús ora por ti y por mí mientras experimentamos pruebas. El punto principal que quiero que entiendas aquí, es que tu Salvador ora por ti. Confía en sus oraciones incluso cuando no sientas su paz. Podría haber dicho fácilmente: «Cuando no percibes su presencia», pero la presencia de Dios no viene y se va. Dios siempre está contigo. Los discípulos en la barca no sintieron su paz durante la tormenta, sin embargo, Jesús estaba orando. No sabemos exactamente sobre qué estaba orando, pero a lo largo de las Escrituras nos dice que ora por nosotros.

En el libro de Juan, Jesús dice: «No oro solo por estos seguidores. También oro por todos los demás que tendrán fe por lo que mis seguidores dirán sobre mí».

Confía en sus oraciones, incluso cuando no veas o no sientas su presencia. Tú y yo, pasaremos por momentos en nuestras vidas en los que, no sentimos la paz de Dios. Sabemos que su paz sobrepasa todo entendimiento, pero tú experimentarás una tormenta que te hará dudar y cuestionar su paz. Puedes pasar por dificultades que te harán sentir que Jesús no está contigo, pero él está allí en ese preciso momento. Él está en la montaña y ora. Anímate con el solo pensamiento de que Jesús ora por ti hoy.