Consejos AtípicosMuestra

Ser un pastor no es tan malo.

Determinar qué hacer en la vida es difícil, y después de la graduación, la vida parece venir como en tropel. Quizá siempre los has sabido o recientemente te acabas de enterar lo que Dios te ha llamado a hacer. Quizá aún estás descifrándolo, o quizá lo único de lo que estás seguro es que en dónde estás ahora no es donde quieres estar siempre.

Quizá estás atascado en un trabajo que se siente menos que espectacular y que solo paga las facturas. No te ofrece felicidad. Quizá, como David, fuiste ungido y escuchaste tu llamado de Dios, pero aun estás en los pastizales. Quizá no tienes idea de qué hacer ni idea de cómo averiguarlo.

David, el mata-gigantes y (eventual) rey de Israel quien fue llamado luego "un hombre conforme al corazón de Dios", probablemente te daría este consejo: Disfruta tu temporada actual.

David iba a ser rey, pero empezó siendo pastor, y cuando Samuel primero le ungió como rey, David tuvo que esperar por cierto tiempo antes de poderse sentar en cualquier tipo de trono.

Puedes perderte ciertos tiempos antes de "hacerlo grande" y esta temporada o lugar en el que estás tiene un propósito. Dios te envió a trabajar en sus pastizales para que fueses pastor por una razón.

David usó su experiencias como pastor para matar a Goliat. Y si lo piensas, como rey, seguía siendo pastor, solo que guiaba y cuidaba de una nación grande en lugar de una manada literal de ovejas. Tu "ahora" te está preparando para tu "luego".

En esta temporada, estás aprendiendo a apoyarte en Dios, a confiar en Él, y a ser agradecido. A todos nos encantaría despertar un día y haberlo logrado, pero Dios quiere que crezcamos primero. Solo piensa: si no puedes permanecer fiel con las ovejas que te dio ahora, ¿cómo puede confiarte los corazones y las vidas de Su gente luego? Debes ser fiel con poco antes que Él te confíe mucho.

Así que disfruta la molienda y la presión actual, porque Dios te está ayudando a afinar y afilar las destrezas que necesitarás más adelante. No puedes alcanzar propósito sin preparación.

Reflexiona: Piensa en las temporadas pasadas que no fueron tus favoritas, ¿cómo te prepararon para donde estás ahora? Ahora, piensa en tu temporada actual, ¿cómo puede estar preparándote para tu propósito?

Oración: Dios, gracias por esta temporada en mi vida. Gracias por prepararme para tu propósito, gracias por confiar en mí y hacerme crecer en este momento mientras ________. Confío en tí, Señor. Creo que todo obra para mi bien y que tienes un plan para mi vida. En el nombre de Jesús, amén.