Una mujer importante: Superando el estrés Muestra

Sé cautivada por la maravilla de hoy 

¿Has notado que la mayoría de las mujeres siempre tenemos prisa? Nos apresuramos para enseñar a nuestros hijos a ir al baño, y luego los apresuramos para entrar al preescolar para poder tener más tiempo libre. Aun así, cuando finalmente se van de casa, añoramos los días cuando colocábamos sus pequeños brazos alrededor de nuestro cuello. Entonces, deseamos no habernos apresurado en aquellos años.

O bien, nos apresuramos para ir a la tienda de abarrotes porque debemos llegar a tiempo a la farmacia, al gimnasio y a la lavandería antes de las 5:00 p.m. Además, en nuestro apuro por tachar los pendientes de nuestra lista, nos olvidamos del adulto mayor en el departamento de producción que necesita una palabra de ánimo y ni siquiera pensamos en ayudar a la joven mamá en la fila de la caja con tres pequeños hijos y un carrito lleno de abarrotes.

La prisa se ha convertido en nuestro patrón adictivo en la vida.

La extravagante e innegable verdad es esta: ¡hoy es el mejor día de tu vida! No hay regalo más completo ni grande que el inmerecido presente. Hoy es el momento de milagros. ¡El presente contiene la certeza de gran riqueza y confianza de una existencia que es demasiado buena para ser verdad! ¡Enamórate de estar viva hoy!

Como mujer importante, hecha a imagen de Dios, puedo elegir cuánto esplendor abrazaré del hoy. ¿Lucharé a través de los minutos poco comunes y miraré con desgano todo lo que se me ha dado? ¿O abrazaré los milagros ordinarios que revelan sus rostros amorosos en cada momento?

Si nuestro enfoque está fijado en las posibilidades remotas del mañana, ¡nunca seremos cautivadas por la maravilla del ahora! Debemos tener en mente que el estrés y su cómplice, el agotamiento, son ladrones invisibles que robarán el gozo y la paz de un día maravilloso!

En cada temporada de la vida, las mujeres deben recordar siempre que las decisiones que toman determinan el gozo y amor que experimentarán todo su mañana. La inversión de un compromiso incondicional en el presente traerá, con certeza, riqueza de recursos mañana. Sin embargo, el enfoque debe estar en vivir bien hoy.

Cada vez que lucho contra los monstruos del estrés, he descubierto que mantener a mano las siguientes declaraciones me fortalece. Decido dejar de lado mi lista de pendientes y tomar tiempo para recordarme, en voz alta, la prioridades más importantes para mí:

“Hoy, me sentiré como en casa en el placer de este día y encontraré la huella de Dios en todo momento. Escucharé Su corazón y la canción de vida que viene del Cielo.”

“Hoy, me conectaré con el presente...¡y seré cautivada por el regalo del hoy!”