[Seguidores] En acuerdo con DiosMuestra
Lidia con él
¿Cómo lidias con el pecado en tu vida?
Cuando comenzamos a seguir a Jesús, siempre hay una tensión entre lo espiritual y lo físico, entre nuestra vieja naturaleza y nuestra nueva vida en Cristo. Pronto descubrimos que a pesar de que hemos decidido seguir a Jesús, todavía estamos tentados a seguir nuestro propio camino. Jesús dijo: «El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».
Seguir a Cristo no se trata solo de obtener un boleto al cielo y un «pase libre». Seguir a Cristo se trata de la buena vida que puedes vivir aquí en la tierra. Pero para experimentar esta buena vida en el aquí y ahora, ya no podemos vivir para satisfacer nuestros apetitos, tan poderosos como son. Descubrimos que a pesar de que todavía estamos tentados a pecar, ahora tenemos este profundo deseo de agradar a Cristo. Todos los que siguen a Cristo experimentan esta lucha.
Puedes lidiar con la lucha a través de una gimnasia mental. Puedes elaborar tu propia definición de lo correcto y lo bueno. Esto es lo que sé sobre tu definición de lo bueno: tú encajas en tu definición de lo bueno. Nunca defines «bueno» de una manera que quedas fuera de ella.
Otros, optan por salir de la lucha dejando que nuestra cultura cambiante defina lo que es bueno y lo que es correcto. La cultura dice: «Si se siente bien, hazlo. ¡Lo que te haga feliz! Haz lo que quieras siempre y cuando no me afecte». Entonces razonamos, «siempre y cuando encaje dentro de las normas culturales, soy bueno».
Algunas personas tratan de minimizar su pecado. «No es un problema tan grande. Necesito esto y no está haciendo daño a nadie más». Cuando minimizamos el pecado, no lo confrontamos ni tratamos con él. Vivimos escondidos en la oscuridad. Esto es un problema porque la relación que Jesús quiere con nosotros es caminar a la luz con él.
Otras personas maximizan su pecado. Están tan sobrepasados con la culpa que no pueden aceptar la gracia. No se pueden imaginar a ellos mismos como perdonados o aún esforzándose por conseguir perdón. Ellos sabotean su caminar con Jesús antes que en realidad comience. La gente sabe que ellos no pueden vivir con lo que creen que son las expectativas de Dios, así que desisten.
La verdad es que nuestro valor proviene de nuestro Creador. Somos creados por Dios y amados por Dios; cada persona es una persona de valor infinito. Nuestro valor no se encuentra en nuestro desempeño. Imagínese si Dios dijera: «Te amaré siempre que puedas ser bueno todo el tiempo. Te amaré si tu desempeño siempre cumple con mis estándares». ¿Quién podría estar a la altura de eso? ¿A quién le gusta una relación basada en el desempeño? ¿Quién quiere vivir con: «Solo te amaré si haces esto o aquello»? Eventualmente, dejas esas relaciones porque no puedes seguir el ritmo e incluso si pudieras, no satisfacen el hambre de tu corazón.
Hay una mejor manera. Dios ha demostrado que nos ama con un amor incondicional que no hemos ganado. En amor, te ha invitado a entrar en una relación con Jesús, viviendo una nueva vida en una relación íntima siguiéndolo a él. En esa vida, comenzamos a encontrar el poder espiritual para cambiar. Esta relación con Jesús te da la capacidad de decir no a tu carne.
Padre, sabes las batallas que enfrento. Hoy, mientras camino con Jesús, momento a momento, dame la fuerza que necesito para decir sí a lo que quieres para mí y no a mis apetitos y ambiciones egoístas. Jesús, como yo dependo de ti y me rindo en cada área a ti, vive tu vida en mí. Amén.
Acerca de este Plan
Ser cristiano... ¿qué significa? Jesús no vino a establecer una religión o una institución. Él vino a establecer una relación. En este primer plan devocional de la serie Seguidores, nos centraremos en la idea de que Jesús vino para hacer posible una relación con nuestro Creador. Jesús hizo algo asombroso y nos invita a seguirlo para que podamos tener una vida abundante en esta tierra.
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Nos gustaría agradecer a River Pointe Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.riverpointe.org