Paz en la Tierra: Un devocional de Adviento de 5 díasMuestra

Hoy vamos a leer Lucas 2:8-20 NVI. Este es un pasaje especialmente familiar en la época de Navidad, pero no dejes que eso te impida pensar en lo que dice.

Centrémonos en lo que dijeron los ángeles mientras alababan a Dios en el cielo nocturno. La gloria de Dios es magnífica y múltiple: los ángeles podrían haber cantado sobre cien atributos diferentes de Dios. Así que en este anuncio de nacimiento divino, ¿en qué eligen centrarse?

Suspendidos en el aire, los ángeles se centran primero en lo alto, donde Dios reina por encima de la tierra: "Gloria a Dios en las alturas". La siguiente línea: "Y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad", nos lleva a los campos donde están los pastores.

Hay una gran distancia entre el "cielo más alto" y la "tierra", pero es una distancia que Jesús había salvado esa noche, bajando del cielo para nacer como un bebé humano.

¿Por qué? Para traer “paz a la tierra”.

Jesús es Dios, Eterno, Omnisciente, Omnipotente y omnipresente. Pero en Navidad, Jesús nació como un bebé humano. Se hizo totalmente humano y totalmente Dios, porque sólo como humano y Dios podía ser el mediador perfecto para salvar la brecha entre el cielo y la tierra y traer la paz entre Dios y la humanidad.