Mamá necesita una segunda oportunidadMuestra

¿Cuál es tu problema?
Muchas veces pensamos que nuestros problemas provienen de algo externo a nosotros. No conseguimos equilibrar la cuenta bancaria porque nuestro cónyuge no anota todos los reintegros. No terminamos los preparativos de la escuela dominical porque los niños no se quedan en cama mientras intentamos trabajar en ello casi toda la noche. No nos sirven más los pantalones porque lo único que encontramos para comer ayer fue una sartén de brownies y una bolsa medio vacía de Tostitos.
Pero la verdad es que no queremos admitir que la mayoría de nuestros problemas son internos. Cuando estoy horneando pan, podría quedarme en la cocina y prestar atención al horno. Podría encontrar algo para hacer que me mantenga en la misma habitación, o podría aprender a dejar pasar otros proyectos para no sentirme tan arrastrada en diferentes direcciones.
Se necesita una fuerza especial para poder admitir que somos nuestro mayor problema. Lo digo como una victoria, no como una víctima. Es una victoria ver que puedo tomar el control de esos veinticinco minutos de cocción y dejar de culpar al horno. Es una mentalidad de víctima cuando me digo a mí misma que soy demasiado despistada para hacer un pan decente.
Un problema que afecta a la mayoría de nosotras es sentir que no tenemos suficiente tiempo. En el caso de las lecciones de la escuela dominical antes mencionadas, puede que no sea completamente culpa de los niños. Si miro honestamente cómo he pasado mi tiempo la semana pasada, hay lagunas. La noche que vi tres episodios seguidos de El gran perdedor podría haber sido mejor empleado preparando mis lecciones de la escuela dominical en su lugar. Después, podría haberme relajado viendo un solo episodio de mi programa. O, si pudiera hacer varias cosas a la vez, podría haberlas hecho al mismo tiempo: recortar unas cuantas figuras de Jesús de papel de construcción, animar a mi concursante favorito, pegar purpurina en un ángel, llorar por un cambio de imagen, etc..
El tiempo es el gran igualador. Todos tenemos la misma cantidad de horas en un día, y lo que elegimos hacer con esas horas depende de nosotros. Puede parecer que está fuera de nuestro control, pero si estamos dispuestos, la verdad es que estamos eligiendo. Yo elegí los compromisos que hice; elegí educar en casa; elegí repintar la cocina; y así sucesivamente. ¿Qué eliges tú que te quita tiempo?
Escritura
Acerca de este Plan

Aguanta mamá, ¡hay alegría bajo todos esos platos sucios! Esta es una guía de supervivencia para la maternidad de la popular bloguera Lisa Pennington y su nuevo libro: "Mamá necesita una segunda oportunidad".
More
Planes relacionados

Madres inquebrantables

12 enormes errores que los padres pueden evitar

Caminando Con El Espíritu Santo

Finanzas Al Ritmo Del Reino

En Medio Del Fuego

9 verdades para vivir conforme a la voluntad de Dios

Devocional Junio "Lámpara a mis pies"

Sembrando Para Cosechar: 6 Días Para El Corazón De Una Mamá

Provisión Divina
