[Hacer la diferencia] ValorMuestra
Quienes hacen la diferencia toman acción
Imagina al hombre paralítico en su lecho. Probablemente estaba acostumbrado a esa condición. Sus amigos estaban acostumbrados a verlo así y ayudarlo a movilizarse. Tal vez el hombre paralítico estaba incluso cómodo. Pero Jesús le dijo: «Levántate, toma tu lecho y vete a casa». Ahora piensa en el miedo que sintió el hombre al levantarse por primera vez. ¿Sus piernas se rendirían? ¿Se caería de bruces? ¿Era esto una broma? ¿Sería engañado? ¿Quedaría avergonzado? El hombre debía tener la valentía de levantarse y tomar su lecho.
Todos nos sentimos cómodos con cosas que sabemos que no son las mejores para nosotros. Les sucede a todos, tanto a los cristianos como a los no cristianos. Dios dice: «Levántate», y tal vez respondo: «Oye, me gusta mi lecho. Es cómodo aquí». El Espíritu de Dios me impulsa a levantarme un poco más temprano, a tener un momento de quietud, y yo digo: «No, me gusta dormir». Y Dios dice: «Levántate. Haz algo diferente», y yo digo, «No». Nos gusta el lecho, aunque sabemos que no es lo mejor para nosotros.
El cambio es difícil, pero los que hacen la diferencia saben que tienen que cambiar. Ellos saben que deben tener valentía. Saben que deben actuar. No es fácil. Intento comer bien y hacer ejercicio, pero a veces me rebelo. Añado todo este queso procesado, ese buen queso viejo, a mis tortillas fritas. Ahí estoy, empujándolo en mis arterias. Hay momentos en que no quiero hacer lo correcto. Quiero hacer lo que está mal. Me gusta mi lecho, y ahí es donde quiero quedarme.
No siempre se trata de comida. Dios nos habla por nuestro propio bien. Sabes cuál es tu lecho, ese pecado cómodo. Jesús nos dice, como le dijo al hombre paralítico: «Levántate, toma tu lecho y vete a casa». El hombre tuvo la valentía de obedecer. ¿Lo hacemos nosotros? ¿Estamos viviendo en la fe o estamos viviendo en el miedo? ¿Nos levantamos y caminamos con Dios, o estamos cómodos en el lecho? No te quedes en la comodidad del pecado. Toma acción. Levántate.
Ora
Señor, dame la valentía para cambiar y así puedas marcar la diferencia a través de mí. Ayúdame a dejar de lado mis pecados y mi rebelión.
Escrituras
Acerca de este Plan
Haz la diferencia para Cristo. La transformación espiritual comienza con el corazón, produce una actitud cambiada y conduce a otros a glorificar a Dios. Para marcar la diferencia, escucha a Jesús: sé valiente, enfrenta el pecado, crece en la fe y camina en el Espíritu. Este devocional te alentará y te capacitará para hacer la diferencia a medida que aprendes, oras, obedeces y te entregas en el amor de Cristo.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://houstonsfirst.org