El rencorEjemplo

Perdonando traiciones

Mi papá dejó a mi mamá estando embarazada de mí de cinco meses. Al crecer, nunca pensé mucho en eso. Solo éramos mi mamá y yo, y eso me gustaba. Al pasar los años, sin embargo, mi frustración sobre la ausencia de una relación padre-hijo creció.

Frustración porque mi papá dejó a mi mamá. Frustración hacia mi mamá por no salvar su relación. Incluso frustración hacia mí mismo, por el pensamiento de llegar a tener un hijo, y no poder hacer que se quede. El enojo creció. Se hizo más irracional, más fuera de lugar, más atroz. Con cada pensamiento de negatividad que sumaba, mi bagaje por la relación padre-hijo se hacía más pesado.

Cuando el peso se hizo muy grande para soportar, decidí conocer a mi papá.

En solo pocas semana, lo ubiqué e hice planes para cenar. Toda esa semana me sentí enfermo. Los pensamientos de ansiedad se acumulaban al igual que la inseguridad por los problemas de la ausencia paterna.

Caminé por un restaurante lleno de gente hacia una cara similar a la mía y por primera vez vi a mi papá a los ojos. Fue sorprendentemente normal.

El momento llegó y le dije: "Siento haberte odiado todos estos años".

Rápidamente él contestó: "Perdóname por todo el dolor que te he causado".

Extrañamente, en ese momento, todo el peso se quitó. Tenía una relación con mi papá. Dejé ir el enojo, pero luego llegó la mañana siguiente. Tenía todo lo que siempre quise, pero no podía evitar seguir sintiéndome enojado con él.

Aprendí que el alivio del peso por un dolor pasado no es algo que ocurre de una vez. Debes dejarlo ir diariamente. Así es como lo dejas ir:

1. Identifica qué hace tu bagaje más pesado. Ciertas cosas desencadenan emociones. En lugar de activar el botón de pánico cuando estas emociones regresan, reconócelas. Respira profundo, baja el ritmo e identifica qué te hizo sentir así.

2. Establece límites. Una vez que has identificado los factores que reactivan el dolor de las acciones que estás tratando de perdonar, establece límites. Algunas cosas serán muy detonantes para ti. Establece límites para guardar tu corazón.

3. Comparte tu historia. Después de reunirme con mi padre, me abrí con mis amigos sobre la montaña rusa emocional que estaba atravesando. La mayoría de ellos también tenía su padre ausente. Lo que no sabía es que el cambio también estaba ocurriendo en ellos. Justo después que decidí conocer a mi papá, tres de mis amigos cercanos decidieron hacer lo mismo. Tu historia es poderosa e inspiradora. ¡Cuando perdonas y sueltas el dolor, comparte tu historia! No tienes idea del impacto que puede causar.

No importa qué relación necesita sanidad, aprende a soltar. Quizás descubras que tu bagaje es un poco menos pesado después de todo.

Ryan, soltando un día a la vez

Pregunta:

¿Qué bagaje estás llevando?

¿Qué relaciones rotas necesitan sanidad?

¿A qué circunstancias dolorosas te estás aferrando?

Oración: Dios, ayúdame a reparar las relaciones rotas de mi vida. Ayúdame a aprender a soltar los dolores del pasado y a perdonar a otros de la misma forma en la que Tú nos perdonas. Dame sabiduría para saber cuáles son los límites que debo establecer y cómo empezar. En el nombre de Jesús, amén.