La PersecuciónEjemplo

En los días de Jesús, un recaudador de impuestos del primer siglo caería en la categoría de personas que a menudo eran excluidas, despreciadas o rechazadas. Eran vistos como traidores, hombres leales a Roma en lugar de a su propio pueblo, dispuestos a vender a sus amigos y familiares para enriquecerse rápidamente. 

Pero aquí, Jesús no se aleja del recaudador de impuestos como todos los demás podrían haberlo hecho. En su lugar, le pide que lo siga. ¡Y es el mismo llamado que Jesús nos está dando a todos! 

¿Te sientes excluido y aislado? ¿Te sientes no amado y repudiado?
Esta semana, piensa en cómo Dios te está llamando a seguirlo. Él quiere que estés con Él sin importar quién seas o de dónde vengas. Este llamado no es solo para Leví. ¡También es para ti!