Tengo Preguntas: ¿que hacemos con la ansiedad?Muestra

¿Alguna vez tuviste una semana en la que básicamente todo salió mal? ¿O un mes o un semestre en el que la vida parecía dar un giro equivocado tras otro? Probablemente todos hemos pasado por eso.

La vida está llena de momentos buenos, pero también de momentos malos. Tal vez una lesión inesperada terminó tu temporada, o algún drama arruinó tu amistad más cercana. Tal vez tus padres se divorciaron o perdiste a alguien que amabas. En esos momentos, cuando nada parece que va de la manera que pensamos o esperábamos, es fácil encontrarse lidiando con la ansiedad, el estrés e incluso las dudas.

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito (Romanos 8:28 NVI).

Si bien es fácil dejar que nuestras circunstancias afecten nuestra confianza en Dios, en este versículo, el apóstol Pablo nos recuerda que en todas las cosas, lo bueno y lo malo, Dios siempre está obrando. Y eso significa que se puede confiar en Él. Dios es lo suficientemente grande como para tomarlo todo y usarlo para finalmente cumplir su plan para el mundo y su propósito para tu vida. 

Hoy, si estás lidiando con el estrés, la ansiedad o la duda debido a una situación difícil en tu vida, recuerda que se puede confiar en Dios. Escribe el versículo de hoy en una tarjeta de notas o escríbelo en tu teléfono como recordatorio de que puedes confiar en Él sin importar lo que esté pasando. 

Cuando eliges confiar en Su plan y recuerdas que Dios siempre está obrando, puedes encontrar que Dios  realmente ES más grande que nuestras circunstancias más difíciles.