SaraMuestra

Todo comienza con una promesa

Para muchos ésta es una historia conocida, generalmente la vemos desde la perspectiva de Abraham, pero, ¿alguna vez has imaginado qué sucedía en la cabeza de Sara cuando su esposo le compartía lo que Dios le estaba prometiendo?

No era poca cosa, ella había tratado de concebir y nunca lo había logrado. No es sólo una maternidad frustrada, es más que eso. Ella había vivido lo que parecía la pérdida de su propósito. Esto en gran medida, por la mentalidad de la época, pero también por los roles de la vida.

Sara era una mujer hermosa, pero estéril. En esa época en la que la mujer valía muy poco y era más una posesión que una persona, alguien estéril perdía su valor y su pre eminencia delante de las otras mujeres, a nivel familiar.

Abraham debió amarla mucho para no haberla cambiado por otra mujer. Así Sara llego a su ancianidad, con muchos sueños rotos y con un propósito diluido.

• ¿Has sentido en algún momento de tu vida que tu propósito se ha perdido?
• Lee Números 23: 19. Después de leerlo, ¿crees que Dios hará algo respecto a ese propósito extraviado?
• La especialidad de Jesús es buscar y salvar lo que se había perdido, ¿qué esperanza te da saber eso?