Jesús es Vida - Un estudio sobre el Libro de JuanMuestra

La cosecha está lista

Mientras Jesús hablaba con la samaritana, es obvio que algo significativo ocurría en ella. Se vio obligada a compartir su encuentro con Jesús con otros.

Luego de su charla con la mujer en el pozo, Jesús habló con sus discípulos y utilizó la analogía del tiempo de cosecha. Nos estaba recordando a todos que miráramos hacia arriba y viéramos que no tenemos que esperar para hacer Su obra: la cosecha está lista. Ahora es el momento adecuado para cumplir Su obra en esta tierra.

Vivimos en un mundo perdido donde las personas necesitan encontrar la misma esperanza que hemos encontrado en Cristo. ¡Nuestro Salvador quiere que conozcamos la alegría de ser un sembrador de semillas que cosecha almas para Su reino! Al igual que la mujer samaritana, tenemos una historia personal que contar sobre cómo conocimos a Jesús.

Hay innumerables oportunidades para compartir lo que Cristo ha hecho en y para nosotros a través de la salvación. A veces podemos distraernos con nuestras vidas personales y no notar a los que nos rodean. A menudo mantenemos la cabeza baja y nos centramos en nuestros propios problemas. Tenemos que mirar hacia arriba y hacia fuera. ¡Hay un enorme y desbordante campo de cosecha a nuestro alrededor!

En Mateo 9:37, Jesús dijo que la cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Estamos llamados a ser uno de ellos. ¡Él te ha dado tu historia, Su amor, Su corazón, Su sabiduría y Su poder, cada recurso y don que necesitas para cumplir Su voluntad de traer lo perdido!

¡La mujer samaritana es nuestra inspiración! Es un ejemplo fantástico de cómo compartir con otros lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas. No necesitaba ser ministra de la iglesia para compartir a Cristo y su pasado ya no importaba. Fue su historia de conocer y creer en Jesús la que la calificó para guiar a otros hacia Él. En Juan 4:39-42, vimos que muchos aldeanos pusieron su fe en Jesús porque la mujer los guió a ver y oír por sí mismos.

¿Con quién en tu vida necesitas hablar sobre Jesús? Puedes invitarlos o traerlos a la iglesia contigo. Comparte una taza de café con alguien y comparte lo que Jesús hizo por ti.

¿Has intentado hacer algo así y has fracasado? ¡Sigue pidiendo y orando por ellos! Hagas lo que hagas, asegúrate siempre de bajar la velocidad, mirar a tu alrededor y ver quién puede tener sed. ¡La alegría espera!

Considera:

¿A qué se refería Jesús cuando hablaba de un campo de cosecha maduro?
¿Por qué crees que Jesús usa una cosecha como ejemplo aquí?

¿Con quién en tu vida necesitas hablar sobre Jesús? ¿Qué harás al respecto?

Oración:

Padre Celestial, te ruego que me des el valor de compartir las buenas noticias con los que me rodean. Por favor, muéstrame a quién quieres que cuente mi testimonio o invite a la iglesia. Gracias por la libertad de salvación que me has dado. Ayúdame a hacer Tu trabajo y busca a los que necesitan saber de ti.

*¡Sigue terminando firmemente tu lista de Jesús Es ...!