Pedro sin filtroMuestra

Pedro había caído.
No sé a cuánto estaba de Jesús, pero si se cómo estaba el entorno. El mar y el viento seguían. Muchas veces me hice la imagen de esta escena como si hubiera pasado en una pileta de natación. Pero no fue así. El clima seguía igual que antes de que Pedro saliera de la barca. Así que ahora lo tenemos a Pedro, yendo y viniendo con las olas, mojado y frustrado. Había dado unos pasos, pero....

Jesús se acerca en ese momento. No le grita de lejos. Se acerca, lo levanta, y luego junto a él le dice ¨¿qué paso? ¿te faltó fe?¨ y juntos se vuelven a la barca.

Jesús no lo dejo tirado. No le dijo, ¨Bueno Pedro, estas son las consecuencias de tu falta de fe, o de tus acciones¨. No volvió a la barca para reír con el resto de los discípulos mientras Pedro luchaba con las olas, tratando de volver a la barca sin ahogarse. Jesús lo levanto y juntos caminaron de regreso a la barca. 

Quizá hayas sentido en algún momento que te hundías. Quizá sentiste el mar de cerca y el viento mientras caminabas. Y quizá hoy todavía te falta vivir la segunda parte de la experiencia. Jesús acercándose para levantarte y decirte sin reclamos. ¨¿qué pasó? ¿te falto fe?¨ y entonces, caminen nuevamente juntos. No importa hacia donde, pero con Él.

Creo que Pedro nunca olvido esa experiencia de la barca, pero sobre todo, la parte en que Jesús lo levanta y camina con Él.

Eso es lo que hace de una experiencia, un aprendizaje.