[Ahora es el momento: Lucas] Curso básico sobre el manejo del egoMuestra

El camino amplio hacia lo milagroso

El milagro de la mujer del flujo de sangre siempre nos llama la atención. Esta mujer se propuso lanzarse contra las imposibilidades culturales y religiosas de su tiempo, para lograr tocar el borde del vestido del Maestro y recibir un sorprendente milagro de sanación. Sin lugar a duda, la tenacidad de esta mujer en procurar por fe terminar con ese azote de doce años, merece admiración. 

También debemos notar que su condición física fue la que le abrió el paso, para que ella fuese sanada. El examen cuidadoso del texto revela que su enfermedad era conocida por el público. Lo vemos claramente cuando el Señor pregunta quién lo había tocado y todos negaron haber hecho tal cosa. Una mujer, con tal condición médica, creaba una escena de rechazo público, ya que era marcada como impura. Podemos concluir que, al verla acercarse a Jesús, la gente le abrió el paso para no correr el riesgo de tocar tal impureza. El azote del fluyo de sangre resultó en que el camino quedó libre para tocar el borde del manto, sin que nadie interrumpiera su desfile de fe hacia el Maestro.

Ser impura, según la ley, fue lo que abrió camino hacia su milagro. Que la situación que estés pasando, se convierta en lo que abre la posibilidad de una mayor intimidad con el Padre, en lugar de convertirse en lo que te aleje de él. No permitas que ni las circunstancias más adversas te limiten en tu crecimiento espiritual. Al contrario, que sean el pretexto para seguir conociendo más profundamente al Señor y hacer su voluntad, entendiendo que no se trata de ti sino de él, primera lección para el manejo del ego.

Reflexiona 

Piensa, ¿es posible que tu enfermedad, dolor o huracán doméstico haya sido el factor clave en la apertura del camino para ejercer un nivel de fe milagroso? Inesperadamente, tu condición puede llegar a ser el catalizador para mover todo obstáculo. 

Responde 

Pide al Señor que te demuestre otras opciones posibles para obtener tu milagro. Pregúntate, ¿qué puedo aprender de esta situación que aparenta ser imposible? 

Ora 

Señor, dame ojos para ver claramente que tú puedes usar esta aflicción para abrir un camino amplio hacia lo milagroso. Señor, que pueda entender tu voluntad en esta prueba.  

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