La cura para el agotamientoMuestra

El agotamiento se ha convertido en una epidemia

Vivimos en una cultura que busca continuamente llenarse de energía personal y la razón es que carecemos de poder. Según un artículo reciente, el 56% de las personas están agotadas, cansadas, desgastadas y sin fuerzas. Ese es un porcentaje extremadamente alto. Parece que se usa casi cualquier cosa para conseguir levantar un poco el ánimo, ya sea con suplementos alimenticios, bebidas energéticas, café expreso, entre otros. 

El agotamiento se ha convertido en una epidemia en nuestra cultura actualmente y necesita abordarse desde un punto de vista bíblico. No tenemos que vivir de esa manera. Hay esperanza en Dios. El apóstol Juan afirma que la salud y la prosperidad, que siempre producen energía, están vinculadas al bienestar del alma de una persona. 

La Biblia está llena de pensamientos de fortaleza y energía. El antídoto contra el agotamiento es el poder de Cristo, su fortaleza y poder que están en nosotros. Isaías dice que quienes esperan en el Señor renovarán sus fuerzas. ¿No te gustaría? ¿Te gustaría despertarte por la mañana con energía en ti? ¡Qué emoción tan grande para afrontar un nuevo día! Sientes que este día nunca se había vivido antes.

La creación está llena de energía renovable. Los ríos siempre producen energía. Del sol obtenemos energía solar. La tierra se mueve y gira alrededor del sol, creando los días, las estaciones y los años. Así que, si toda la creación está llena de energía renovable, ¿por qué Dios no colocaría esto dentro de nosotros? Bueno, él lo hizo. Si tan solo cambiamos ciertas cosas, podríamos conectar con la fuente de poder de Dios. 

Algo que tenemos que hacer, es detener las fugas de energía. Necesitamos deshacernos de la energía mala al drenar las emociones, debido al efecto que producen las emociones negativas. Literalmente, esas emociones negativas van a minar la vida y la energía de nosotros. La preocupación es un buen ejemplo. La palabra “preocuparse” viene de una antigua palabra inglesa que significa obstruir lentamente hasta ahogar la vida de un individuo. La preocupación corre en un segundo plano al igual que las aplicaciones en tu teléfono celular y consumen energía mientras no estamos conscientes.

La ira es otra emoción agotadora que te hace pensar cosas equivocadas sobre las personas o situaciones, te mantiene en el peor estado en lugar de tenerte en el mejor. El resentimiento te hace repetir lo que causó el dolor o vuelves continuamente a pensar en la decepción que has experimentado en el subconsciente de tu mente. Otros, como la falta de perdón y amargura, consumirán la vida y siempre conducirán al agotamiento.

Algunas de estas fugas de energía podrían ser pequeñas y es por eso que a veces no las reconocemos. Nos damos cuenta fácilmente de las cosas grandes. Es como tener un absceso dental, tú sabes cuando tienes uno. Lo reconoces porque duele. Sin embargo, puedes tener una caries durante mucho tiempo y nunca reconocerla hasta que se hace más grande. Eso sucede muchas veces en nuestra vida. Estas cosas se hacen más y más grandes, y tienes que hacer algo al respecto.

Algo que tenemos que hacer es eliminar diariamente estas fugas de energía, así como nos bañamos, nos lavamos el cabello, nos cepillamos los dientes y cuidamos de nosotros mismos, porque sabemos que recogemos polución del ambiente. Del mismo modo, el alma, la mente, nuestra parte emocional, recoge cosas malas. Es decir, necesitamos eliminar cualquier toxina mental y emocional en nuestra mente. No estoy hablando de tomar mucho tiempo haciéndolo. Estoy hablando de unos buenos cinco a diez minutos al día. Si no haces esto, las toxinas se acumularán durante meses, años y se volverá grave, como consecuencia nos agotamos.