[Serie Sublime amor] La bodaMuestra

El mejor hombre en la casa

Tu esposa no merece tus sobras, merece que seas el mejor hombre en la casa, tus mejores charlas con ella, tu mejor atención con ella, tu mejor trabajo para ella, tu mejor liderazgo en la casa, un liderazgo sacrificial. Cómo se ve a Salomón y quienes lo acompañaban, hombres fuertes. Muchos hombres confunden “fuerza” con “agresividad”. Jesús no es agresivo, cuando lidera tu vida lo hace con ternura, te susurra, te perdona, sacrificó todo por ti porque quiere liderar tu vida. 

El liderazgo de un hombre no se lleva a cabo con agresividad, es por una entrega completa, es un papá que puede liderarlos hacia valores personales, de salud, de familia, se entrega a su esposa, sacrificando su atención, su oído, sus risas. El liderazgo es por una entrega completa hacia ese destino que tienen juntos. Sacrifícate por tu familia, no les des sobras, dales lo mejor. Muchos hombres trabajan muy fuerte y eso le agrada al Señor. Pero cuando llegan a casa, dicen que nadie reconoce lo que hacen por esta familia, sienten que ni las gracias les dan, que no valoran su esfuerzo y que les exigen más cosas. A Jesús le encanta que trabajes, pero quiere que vayas una milla extra y después de trabajar duro, le des lo mejor a tu esposa y a tus hijos. Vas a encontrar nuevas fuerzas en Dios. 

Muchos hombres delegan a la esposa el liderazgo y las decisiones. Dios quiere que allí esté tu creatividad y tu liderazgo. Jesús va a levantarte y vas a experimentar el poder de la resurrección. Vas a hacer cosas que tú ni creías posible en la vida de tus hijos. 

El matrimonio no es un contrato, es un pacto. Quizá piensas que es imposible que Dios perdone lo que has pasado. Pero Dios está listo para darte un nuevo comienzo, si le crees. 

Oremos

Señor Jesús, creo y confieso que tú eres el hijo de Dios que me estás buscando, que me amas incondicionalmente, que moriste en una cruz por mis pecados y resucitaste para darme salvación. Gracias por limpiar mi vida de toda maldad. Lléname con tu Espíritu Santo.

Señor yo rindo mis ideas, mis filosofías acerca del matrimonio, hoy decido creer y aceptar tu verdad de que el matrimonio es un pacto ante Dios, entre un hombre y una mujer. Ayúdame a honrar este pacto. 

Como iglesia ayúdanos a enseñar a los jóvenes a honrar este pacto. Creemos que vendrán mejores tiempos en los cuales se honrará el matrimonio. 

Para ver el sermón completo sobre el cual se basó este plan devocional, por favor sigue este enlace: Clic aquí