[Serie Sublime amor] La bodaMuestra

Quizá me equivoqué

Para decidir casarte, debes buscar el carácter adecuado, el carácter de Cristo, que realmente ame a Dios, las cualidades correctas en esa persona. Dios nos une con principios. Entonces tomamos un pacto con alguien imperfecto porque no hay nadie perfecto para ti. Pero por la gracia de Dios eliges a alguno mas o menos perfecto y te unes a él en matrimonio. 

Con mi esposa, no tenemos un matrimonio perfecto, pero sí hermoso, cuando me casé con Kelly, al principio tenía muchos problemas y de pronto pensaba: «quizás me equivoqué». Algunos piensan, «si Dios no me unió, mejor nos separamos y me pongo a buscar a la que Dios quiere para mí». Pero es una idea equivocada, porque hicimos un pacto con esa mujer. Mi esposa me decía a veces: «pienso que nos equivocamos porque no tengo los dones que son necesarios para ser tu esposa. Siento que te gustan cosas que a mi no me gustan y que somos diferentes. Somos como aceite y agua, quizás nos equivocamos». Pero yo le decía: «no creo que nos equivocamos, pero si aún nos hubiéramos equivocado, ¡hicimos un pacto!» Con la persona que hiciste el pacto, es tu alma gemela. ¿Quién es uno para ti? Con quien hiciste un pacto. Hiciste un pacto, y es idea de Dios.

En Cantares, vemos la comunidad de los novios validando, celebrando, acompañándolos en el día de su matrimonio. Sesenta hombres acompañaban a Salomón y la Sulamita tenía doncellas con ella. La mamá de Salomón coronó a su hijo en el día de la boda. El pacto de matrimonio es celebrado por tu mundo, los que te aman, tus padres, los suegros, gente cercana en el cuerpo de Cristo que los ama. 

La “corona” que entrega la madre de Salomón, tiene un significado especial, antes en los matrimonios, el papá ponía sobre el velo de la novia una corona, la mamá del esposo colocaba una corona sobre su hijo, el novio. El significado es: «ahora no somos nosotros tu autoridad, ahora tu autoridad es Dios; él es rey de tu casa, ella es reina de tu casa, ya no nosotros». 

Reflexiona

¿Eres el rey de tu casa con la responsabilidad de autoridad que Dios te entregó? ¿Te desligaste de tu madre y de tu padre, para ser el cónyuge que Dios espera?

Oremos

Señor, anhelo vivir los principios de vida adecuados en mi matrimonio. Enséñame a hacerlo según tu diseño.