Mi Tiempo Con DiosMuestra

Viviendo con propósito

Dios desea que demos buen fruto (ver Juan 15: 1–5). Eso solo puede ocurrir si somos personas que vivimos la vida "a propósito". Cada día, debemos pensar en oración sobre lo que nos gustaría lograr ese día y después hacerlo a propósito. Si somos vagos e irreflexivos, es más probable que no logremos mucho. Las personas vagas esperan para ver cómo se sienten antes de actuar, pero las personas decididas toman las medidas adecuadas sin importar cómo se sientan al respecto.

Vivimos en un mundo de distracciones, e incluso las personas decididas deben ser sabias y no salirse del camino. Muchas cosas nos llaman la atención y, sin embargo, depende de cada uno de nosotros elegir lo qué Dios quiere que le prestemos atención. Si necesito limpiar mi casa hoy, ¿debería hacerlo? ¿o ir de compras con una amiga que llamó en el último minuto con una invitación? Si necesito pagar mis cuentas y balancear la cuenta bancaria, ¿debería hacerlo? ¿o distraerme con la televisión y sentarme en el sofá la mayor parte del día? Muchas personas viven vidas frustradas simplemente porque no viven a propósito.

Cuando mi día termina, necesito sentir que he logrado algo que valió la pena. Quiero haber progresado en algunas áreas de mi vida y creo que es un deseo que Dios ha puesto en cada uno de nosotros. Nos sentimos satisfechos cuando confiamos en que hemos hecho lo que teníamos que hacer, pero nos sentimos frustrados si sentimos que hemos  malgastado el día. Incluso si decidimos descansar todo el día, que es algo que también puede ser fructífero para nuestra salud en general, ¡debemos hacerlo a propósito! En resumen, mi consejo es este: ¡Ora, planifica y mantente enfocado a propósito!

Oración:

Padre, quiero dar buenos frutos en mi vida y necesito tu ayuda planificando y darle seguimiento a ello. Ayúdame a no distraerme con malgastar el tiempo que me saca del camino y me frustra.