Él Nos Dio Profetas: El Propósito de las PrediccionesMuestra
Ejemplo #2
La historia de Jonás es muy familiar para nosotros. Sabemos que Dios envió a Jonás a la ciudad de Nínive para anunciar el juicio que estaba por venir. En Jonás, capítulo 3, versículo 4, esto es lo que dice Jonás:
De aquí a cuarenta días, Nínive será destruida.
¿Qué podría ser más simple que esta profecía? Jonás anunció que la ciudad de Nínive tenía solamente cuarenta días más antes de ser destruida. No había “si” alguno, no había “y” alguno, y no había “pero” alguno. Y ¿qué pasó? El resto del capítulo nos lo dice. El rey de Nínive y el pueblo, junto con sus animales, se vistieron de cilicio en arrepentimiento de sus pecados. El rey anunció en el capítulo 3, en el versículo 7:
Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua; sino cúbranse de cilicio, hombre y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?
Dicho simplemente, se llevó a cabo una contingencia histórica interpuesta de arrepentimiento antes de que se cumpliera la profecía. La gente se humilló en arrepentimiento ante el Señor. Y ¿cuál fue el resultado de esta contingencia histórica? En el capítulo 3, versículo 10, leemos estas palabras:
Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.
El cumplimiento de la predicción de Jonás fue influenciado tremendamente por el arrepentimiento de Nínive. Más tarde él se queja con el Señor de esta manera, en el capítulo 4, versículo 2:
Sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.
Aún cuando dio su predicción, Jonás sabía que había la posibilidad de que Dios no destruyera la ciudad. De hecho, no fue hasta 100 años después que Nínive fue destruida por los Babilonios.
Del principio general de Jeremías 18 y estos dos ejemplos específicos, vemos que muchas veces la eventualidad de la elección humana influyó en el modo en que se cumplieron las profecías. Algunas veces Dios reservó un juicio o una bendición; algunas veces debilitaba una bendición o aún disminuía un juicio, y otras veces aumentaría los juicios o aumentaría las bendiciones, dependiendo en cómo respondían los seres humanos a la palabra profética.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura explora cuatro temas relacionados con las palabras proféticas acerca del futuro: Soberanía de Dios, Contingencias humanas, Grados de certeza, y Resultados deseados.
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Nos gustaría agradecer a Third Millennium Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://thirdmill.org