Él Nos Dio Profetas: El Propósito de las PrediccionesMuestra
La Providencia de Dios
Hasta aquí, hemos visto que algunas veces Dios cumple Su plan eterno a través delas eventualidades de la elección humana. Aquí, lo que vamos a ver es que estos tipos de contingencias humanas tuvieron un efecto significativo en las predicciones de la profecía del Antiguo Testamento. Algunas veces la elección humana interviniendo entre la predicción profética y el cumplimiento de esa profecía podía tener una influencia significativa en el desenlace de la historia.
Veamos primero el modelo básico o general que involucraba predicciones y contingencias históricas. Quizá el mejor pasaje en los profetas que nos puede ayudar a ver este patrón general es Jeremías capítulo 18, versículos 1 al 10. Este pasaje es tan importante que debemos analizarlo cuidadosamente. Debemos tocar tres aspectos de este pasaje: primero, la observación de Jeremías en 18, 1 al 4; segundo, la explicación del Señor en los versículos 5 y 6; y, tercero, la elaboración del Señor en los versículos 7 al 10. Primero tenemos la observación de Jeremías en los versículos 1 al 4:
“Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.”
Dios le dice a Jeremías “anda a casa del alfarero”. Jeremías entró en la casa del alfarero, donde lo vio trabajando el barro de una manera y después cambiando su diseño cuando vio que el barro se echó a perder. El alfarero trabajó con el trozo de barro, moldeándolo como mejor le parecía. La observación de Jeremías en la casa del alfarero tuvo un valor simbólico importante que Dios quería que viera Jeremías. Así, en los versículo 5 al 6, el Señor le dijo a Jeremías la importancia de esta experiencia:
Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
Este pasaje dice, como muchos en la Biblia, que el alfarero representaba al Señor y el barro representaba a Israel. Como lo aclara este pasaje, Dios se reservó el derecho de hacer lo que le parecía mejor con Su pueblo, de la misma manera en que el alfarero lo hacía con su barro. Claro, como hemos visto, Dios nunca violaría Su carácter inmutable, ni Sus pactos, ni Su plan eterno. Sin embargo, dentro de estos parámetros, Dios es libre de variar las formas en que maneja a Su pueblo. Teniendo en mente la observación del alfarero y después con la explicación de Dios, estamos en posición de ver cómo trabajó Dios en este acontecimiento. En pocas palabras, Dios aplicó esta analogía del alfarero y del barro a predicciones proféticas.
En primer lugar, Dios mencionó predicciones de juicio en los versículos 7 y 8:
“En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir. Pero si esos pueblos se convierten de su maldad contra la cual hablé, Yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles.”
Nótese la manera en la que Dios describe la situación. El dice que puede anunciar juicio en cualquier momento a cualquier nación. Sin embargo, si interviene una eventualidad histórica de arrepentimiento, entonces Dios puede ceder. Puede ser que no se cumpla lo que se predijo. En pocas palabras, la contingencia histórica de la elección humana podía hacer una gran diferencia en la manera en que Dios cumplía una profecía de juicio. Ahora, para mostrar que este principio se aplicaba también a otros tipos de predicciones, Dios habló de predicciones de bendiciones en los versículos 9 hasta el 10:
Y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar. Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle.
Nótese la situación paralela. Dios dijo que podría anunciar la bendición de seguridad y prosperidad en cualquier tiempo y a cualquier nación. Aunque si hay una contingencia histórica interpuesta de rebelión y desobediencia, entonces el resultado puede ser que Dios pueda ceder y no hacer el bien que se había propuesto. Jeremías 18 nos enseña un principio que debemos estar listos para aplicar a cada profecía bíblica. Dios le dijo a Jeremías que El era libre de reaccionar a los modos en que respondían los seres humanos a las amenazas de juicios y ofrecimientos de bendiciones. Al echar un vistazo a la profecía bíblica, descubriremos que Dios siempre observaba para ver cómo reaccionaría su pueblo a la palabra profética y después determinaba qué hacer en el futuro de ellos.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura explora cuatro temas relacionados con las palabras proféticas acerca del futuro: Soberanía de Dios, Contingencias humanas, Grados de certeza, y Resultados deseados.
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Nos gustaría agradecer a Third Millennium Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://thirdmill.org