Barandas de protección: evitando remordimientos en tu vidaMuestra
Sea en la casa o en el trabajo, como parte de un grupo de amigos o famia, todos hemos aprendido cómo monitorear y modificar nuestro comportamiento.Siéntate bien. Di "por favor". Usa esto.Haz aquello.
Aun así, cada cierto tiempo, decimos o hacemos cosas que simplemente no tienen sentido. Es como que algo se revela: quizá una rabieta o un comentario de enojo. Podríamos incluso decir después, "¡No sé de dónde vino eso!"
Pero sí sabemos, si somos lo suficientemente honestos y audaces para afrontarlo. Viene de dentro de nosotros. Tanto Jesús como el Rey Salomón nos dicen que nuestros corazones son el problema.
Necesitamos barandillas para nuestros corazones, porque eventualmente nuestro comportamiento (externo) proyectará lo que está sucediendo dentro.
Hay cuatro emociones que deben resonar en nuestras conciencias. Deben hacernos pausar y mirar hacia dentro para ver qué sucede en nuestros corazones. Ellas son la culpa, el enojo, la codicia y los celos.
La culpadice, "Te debo". Te debo algo porque tomé algo tuyo. En respuesta a la culpa, confiesa. Confiesa a la persona, tráelo a la luz.
El enojodice, "Me debes". Me heriste o tomaste algo mío. En respuesta al enojo, perdona. Perdona a la persona que te debe. Suéltala.
La codiciadice, "Me debo". La codicia es la suposición de que todo es para mi consumo. En respuesta a la codicia, da. Conviértete en un dador generoso. Sin ataduras, sin llevar cuentas.Los celosdicen, "La vida me debe". Alguien tiene lo que o a quien yo merezco. En respuesta a los celos, celebra a la otra persona. Escríbele una nota. Halágale en aquello de lo cual estás celoso.
Cuando nos encontramos con estas barandillas emocionales, necesitamos prestar atención. Nos alertan acerca del peligro. Ignorar la advertencia y el pesar estará esperando en el otro lado.
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Escrituras
Acerca de este Plan
Las barandas de protección se ponen para evitar que nuestros vehículos se desvíen hacia áreas peligrosas o fuera del límite. Generalmente, no las vemos hasta necesitarlas, y entonces agradecemos que estén allí. ¿Qué tal que tuviéramos barandas de protección en nuestras relaciones, finanzas y profesión? ¿Cómo serían? ¿Cómo nos evitarían arrepentimientos futuros? Exploremos cómo establecerlas a nivel personal durante estos próximos cinco días.
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