Barandas de protección: evitando remordimientos en tu vidaMuestra
Nuestros más grandes pesares están generalmente conectados a gente que hemos considerado amigos. Quizá el tuyo está ligado a un colega, un compañero de clases o un ex-novio. Quizá es un grupo de amigos que en retrospectiva desearías no haber conocido. Aunque estuvieses solo, es posible que tus grandes pesares de alguna forma surgieron de una relación
Estas amistades fallidas nos han enseñado (con frecuencia por las malas) que nuestros futuros son impactados por la gente con quien pasamos tiempo. Por eso necesitamos barandillas relacionales.
Salomón, uno de los hombres más sabio que existió, escribió: "Anda con el sabio y te harás sabio..." En otras palabras, la sabiduría es contagiosa. Haz vida con el sabio y, al pasar el tiempo, te harás sabio. Pasa automáticamente.
Y hay una segunda parte:"... porque la compañía de los necios sufre daño." Cuando andas con un necio, quedas atrapado en las consecuencias de sus malas decisiones. Te toca la metralla, tu reputación se daña como la de él, te despiden como a ella, no te invitan a ti tampoco la próxima vez.
Las barandillas relacionales nos ayudan a evitar "repercusiones de necedad."
Así que, mientras piensas sobre tus amistades, aquí hay tres barandillas a considerar. Cuando una de estas cosas ocurra, deja que iluminen tu conciencia antes de sufrir daños.
1. Te encuentras a ti mismo fingiendo ser alguien diferente a quien realmente eres.
2. Algo que nunca ha sido una tentación antes se convierte en algo sobre lo que piensas.
3. Esperas que la gente que te importa no sepa de tu paradero.
Recuerda, las barandillas no están hechas para decir que algo (o alguien) está correcto o incorrecto, están hechas para guiarte hacia la sabiduría. Así que, ¿hay algunas de tus amistades virando hacia la zona de peligro? ¿Con cuál barandilla te estás topando y qué estás haciendo al respecto?
Escrituras
Acerca de este Plan
Las barandas de protección se ponen para evitar que nuestros vehículos se desvíen hacia áreas peligrosas o fuera del límite. Generalmente, no las vemos hasta necesitarlas, y entonces agradecemos que estén allí. ¿Qué tal que tuviéramos barandas de protección en nuestras relaciones, finanzas y profesión? ¿Cómo serían? ¿Cómo nos evitarían arrepentimientos futuros? Exploremos cómo establecerlas a nivel personal durante estos próximos cinco días.
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