Libérate de la envidia, un Plan de lectura de seis días por Anna LightMuestra
Día 5: La raíz de la envidia
Un día de primavera tome una caminata a través del bosque con mi hija de seis años. Estábamos muy emocionadas de estar afuera, y disfrutar los espesos bosques alrededor de nuestra casa. Ella no podía parar de hablar de cuanto amaba la naturaleza. "Soy una chica de la naturaleza ahora", yo solo sonreí; sabía que perdería interés tan pronto como se asentara la humedad de Oklahoma. "Soy una chica de la naturaleza, y ¡soy la única! Esa oración me impactó. Estaba sorprendida de que incluso con solo seis años ella no quería que nadie más fuera como ella, o tuviera intereses similares. "Hay suficiente naturaleza para que todo el mundo disfrute", le dije.
Si somos honestos, todos somos un poco así. Queremos ser especiales, sobresalir, y podemos sentirnos preocupados si alguien amenaza esa particularidad. Mientras más pensaba acerca de ello lo reduce a una escasa mentalidad.
Puede ser duro para nuestras mentes finitas comprender la abundancia que está disponible en Cristo. Tememos que las "bendiciones" o nuestra buena fortuna se agote, o quizás que Dios se olvide de nosotros. Queremos ser vistos, notados, celebrados, pero cuando vemos a otros ser bendecidos, eso nos despierta envidia y nos preguntamos si Él siquiera nos ama.
La envidia no nace realmente del desprecio a las bendiciones de los demás. Eso es fruto de la envidia. Estoy convencida que la verdadera raíz de la envidia es desconfiar de Dios.
Puedo rastrear la envidia a la decepción y probablemente incluso al enojo con Dios. No es que esté frustrada porque otros tienen cosas que yo no, estoy frustrada porque Dios no me ha dado, o aparentemente no me dará lo que pienso que merezco, y si soy realmente honesta, no confió en que sepa lo que es mejor.
¿Él no está supuesto a ser un buen Dios? Desconfiar de Dios surge de una falta de conocimiento de Él y Su verdadera naturaleza; sabiendo y recordando Su verdadero carácter, Él es infinitamente bueno. Prometió que haría todas las cosas para nuestro bien, pero Su bondad no puede ser medida por lo que nos da. Eso no es una buena paternidad. De hecho, es importante recordar que Él es amor, así que cada cosa que hago deber ser filtrada a través de ese lente.
Él es también infinitamente abundante. Salmos dice: "Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados¨ (Salmos 50: 10 RV60), lo que significa que todo le pertenece y nunca se le agotará. ¿Creemos eso? ¿Podemos confiar que Él esta viendo la imagen completa de nuestra vida, y que puede haber cosas que quizás aún no entendemos? ¿Podría ser que aquello que Él tiene guardado para nosotros está mucho más allá de nuestra imaginación?¿Tenemos fe para eso? He escuchado: "Puedes tener a Dios, o puedes tener entendimiento, pero raramente puede poseer ambos".
Dios, ¿es suficiente para nosotros?
Alcanzar al lugar de descanso donde Dios es suficiente, proviene de conocer Su verdadera naturaleza. Para eso tenemos que pasar tiempo en Su presencia, tratando de conocerlo mejor. Como Brennan Manning dijo: "Confiarás en Dios sólo en la medida en que lo ames. Y le amarás en la medida en que le hayas tocado, más bien que Él te haya tocado".
Ahí aprendemos que Él no nos esta deteniendo o castigando. Él es un muy buen Padre y anhela bendecir a sus hijos, pero puede lucir diferente de lo que esperamos. Si permitiéramos que los sentimientos de envidia, duda, enojo, y frustración nos empujen hacia el corazón de Dios, en vez de alejarnos de Él; encontraríamos que siempre tiene planes más grandes de lo que imaginamos. Entonces, nuestra esperanza no está en obtener lo que queremos, está en alcanzar el centro de Su corazón, el lugar del logro verdadero.
Acerca de este Plan
Ahora más que nunca, nos enfrentamos a la vida de los demás como ellos quieren que se vea, y la comparación con nuestras vidas despierta la envidia. No quieres que este espíritu se encone en ti, pero, ¿qué hay del daño que causa la envidia cuando proviene de otra persona contra ti? En este Plan de lectura descubriremos como vencer la envidia, salvaguardar tu corazón, y caminar en libertad.
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