9 mentiras comunes que los cristianos creen: Parte 2 de 3Muestra

Todos hemos dicho o pensado alguna vez: “Jesús no puede entender por lo que estoy pasando ahora mismo” 

A menudo, este pensamiento aparece cuando atravesamos sufrimientos físicos y emocionales, sentimiento de soledad o cuando pensamos que somos los únicos que estamos batallando con esta tentación, conflicto o prueba en particular. 

Cuando el Hijo de Dios vino a la Tierra dos mil años atrás, Él era completamente Dios pero también era completamente hombre. Con esta realidad, todas las experiencias humanas venían incluidas; lo bueno, lo malo y lo feo. 

La verdad es que si hay alguien que puede entender por lo que estás pasando, es Jesús. Hay varios ejemplos de eso, pero veamos dos de ellos:

Jesús Supo Lo Que Es Ser Traicionado 

Desafortunadamente, Jesús estaba acostumbrado al dolor de la traición. No solo fue traicionado por líderes religiosos celosos de Él por la multitud que lo seguía, sino también por personas muy cercanas a Él. Por ejemplo: ¡Su propia familia! Uno de Sus mejores amigos, Pedro, también traicionó a Jesús negando haberlo conocido. Finalmente, uno de los Doce lo vendió por 30 monedas de plata.

Jesús Supo Lo Que Es Sufrir Por Aflicción 

Jesús sufrió dolores de cabeza, tristezas y las penas. Un par de ejemplos en los Evangelios muestran que Él lloró, primero fue por la condición de Jerusalén: “Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella” (Lucas 19:41) y segundo, fue por el duelo de la muerte de su querido amigo: “Jesús lloró” (Juan 11:35).

Pregunta para Reflexionar: 

¿De qué forma estos ejemplos de cómo Jesús se identifica con las experiencias de tu vida cambia o refuerza la idea qué tienes sobre Él? 

Verdad: 

Lisa y llanamente, Jesús sabe lo que es vivir como humano ya que pasó hambre, sed, durmió, estudió, creció e incluso amó. A veces, se ponía contento, otras se enojaba y hasta se preocupaba. Él oraba y ejercitaba su fe leyendo las Escrituras. Cuando alguien estaba enfermo a Él le dolía y lloraba cuando alguien se moría. Como dice el viejo himnoQué Gran Amigo Tenemos en Jesús dice, "Él conoce cada una de nuestras debilidades.”