CírculosMuestra

A veces, cuando nos asignan una tarea, no podemos evitar preguntarnos qué tan fácil sería si tuviéramos a alguien que nos ayude. Lavar los platos sería más rápido si tus hermanos te ayudaran. Un proyecto grupal es mejor cuando todos hacen el trabajo. La realidad es que muchas cosas son mejores con algunas personas a tu lado. Y lo mismo puede decirse de tu fe. Cuando compartes tu fe con tu círculo, de repente te conviertes en un equipo. Todos ustedes están trabajando juntos para alcanzar el mismo objetivo, vivir la vida con Jesús. ¿Cómo puedes hablar con tu grupo pequeño sobre las maneras en que pueden animarse unos a otros a crecer juntos en la fe?