[Serie Dichosos los que sufren] Miedo y SoledadMuestra
Jesús nos anima a que no tengamos miedo
En la última cena, Jesús comenzó a explicarles a sus discípulos que muy pronto iba a dejarles, que tendría que cumplir con su misión y que ya no iba a estar con ellos. Los discípulos se entristecieron en gran manera, no solo porque de ahora en adelante sus vidas serían diferentes sin Jesús a su lado, sino también porque Jesús les aclaró que iban a tener que enfrentar varias dificultades, que serían perseguidos simplemente por haber estado con él.
¿Puedes imaginarte como se sintieron en ese momento? Pasas los mejores años de tu vida en compañía de alguien extraordinario, fuera de lo común, de alguien que te muestra y te hace ver las cosas de modo diferente, por el cual estás dispuesto a dejar todo, que de repente te dice: «Me voy».
La cena de despedida podría haber sido un fracaso total, sumamente deprimente, si no fuera porque Jesús les impartió esperanza. Les prometió que el Padre estaba enviando al Espíritu Santo para que los ayudara y los consolara, para defenderlos, enseñarles y recordarles todas las cosas que Jesús había dicho.
Como cierre de despedida, les prometió que les daría paz, una paz diferente de la que da el mundo. La paz que como Pablo nos dice, sobrepasa todo pensamiento. Esa paz que te quita la angustia y el miedo al porvenir, que te hace dormir confiado porque sabes que estás bajo las alas del Omnipotente.
Reflexiona: ¿Me apodero de las promesas que Jesús me ha dado?
Palabra de consuelo del día: «Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se las doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo» (Juan 14:27) DHH.
Oremos juntos:
Padre Celestial, tú conoces los pensamientos que me pesan y me agobian. Los dejo en tus manos. Recibo la paz que me prometes, Espíritu Santo, conforta mi corazón, sé mi ayudador, sé mi consolador.
Hoy decido habitar al abrigo del Altísimo, bajo la sombra de mi Dios Omnipotente. Decido confiar en ti y en tus promesas.
Me tomo de tus promesas, dejo la soledad y el miedo detrás de mí, pongo mi enfoque en tu amor por mí.
Te ruego que cuides mi corazón y mis pensamientos en Cristo Jesús. Gracias por tus promesas, las atesoro en mi corazón, me apropio de ellas.
En el nombre de Jesús, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Te invitamos a que te unas a nosotros en esta cuarta parte de la serie «Dichosos los que sufren», de American Bible Society. Nos enfocaremos en el estudio de la aparente contradicción de la dicha en el dolor. Observaremos de cerca el duelo, las etapas que atravesamos, el miedo y la soledad frente a la pérdida de una ser querido. Palabras de consuelo y esperanza llenarán nuestro tanque espiritual.
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Agradecemos a American Bible Society, por proporcionar este plan en convenio con El Centro Network. Si deseas conocer más sobre estas organizaciones, sigue estos enlaces https://www.americanbible.org y https://elcentronetwork.com