[Serie Dichosos los que sufren] Miedo y SoledadMuestra

Bajo la protección del Altísimo

El lenguaje poético tiene el poder de despertar nuestra imaginación y transportarnos a otra dimensión. Hoy te invito a que realices un viaje junto a mí. En él descubriremos promesas que nos infundirán aliento, nos darán seguridad y nos librarán del temor. 

Imagina a una persona que vive bajo la sombra protectora de un ser super alto y todopoderoso. Esta persona llama a ese ser, Señor, pero no lo llama Señor como si dijera Señor Alberto o Señor Juan. En este caso, esta persona es un Señor como uno de esos caballeros de la antigüedad, personas ilustres, dignos dueños y administradores de territorios enteros. Este ser es tan poderoso y alto que la persona se dirige a él y le dice, «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, ¡el Dios en quien confío!» (versículo 2 NVI). 

¡Qué imagen tan fuerte! De un ser semejante, se desprenden otras imágenes donde vemos la manifestación de sus atributos. Es poderoso, por lo cual puede librarte de trampas ocultas, de plagas mortales. Es como si tuviera unas alas gigantes que te guardan y te hacen sentir seguro.

Ahora, imagina que tienes un escudo protector, es su fidelidad. Como sabes que cuando él te promete algo, cumple con su palabra, no puedes tener temor. Es su fidelidad la que hace que no tengas temor a peligros nocturnos, ni a flechas de día, ni a plagas que te ataquen de día o de noche. 

Puede ser que luego de leer estas palabras digas, ¡Ay, quieren darme una receta mágica! Todo esto suena muy bonito, pero, ¿cómo hago yo para saber de verdad que esto también es para mí? Cuando en tu corazón y en tu mente decidas vivir bajo su sombra protectora. 

Hoy decide quedarte allí, viviendo bajo sus alas y al igual que el salmista, declara, «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, ¡el Dios en quien confío!» (versículo 2 NVI). Decide confiar en la promesa de Dios y verás cómo él te pondrá a salvo.

Reflexiona: ¿Puedo confiar en las promesas de Dios? 

Palabra de consuelo del día: La promesa que Dios le hace a quien decide confiar en él, es que lo pondrá a salvo. Que cuando le llame, él le contestará. También promete que lo librará de angustia y lo colmará de honores, lo hará disfrutar de larga vida y de su salvación.

Te invito a que hoy decidas vivir bajo las alas del Dios omnipotente que te ama y te ha prometido librarte de la angustia. Déjate cubrir por sus alas de amor, déjate mimar por tu Dios Omnipotente y disfruta este día libre de angustia y lleno de gozo.