IntranquiloMuestra

Ayer establecimos que la solución para nuestra intranquilidad puede encontrarse en un descanso como el Sabbath. Mañana estudiaremos cómo podemos hacerlo los cristianos del siglo Xxi. Pero primero, entendamos qué no es el Sabbath para los cristianos de hoy. El mejor lugar para empezar es en el origen del mismo.

Cuando Dios le entregó los diez mandamientos a Moises en el monte Sinaí, mandó a los israelitas a descansar cada séptimo día de la semana. Esto debía significar el pacto De Dios con su pueblo. Además, el Sabbath fue modelado por Dios como su día de descanso luego de su trabajo de la creación. 

En el antiguo testamento, el Sabbath era guardado bajo estrictas reglas y regulaciones. Por ejemplo, los Israelitas tenían prohibido encender fuego ( Éxodo 35:3), recolectar comida (Éxodo 16:23-29) y vender bienes en el mercado (Nehemías 10:31) y el castigo por violar intencionalmente el Sabbath era la muerte ( Éxodo 31:14-15).

tiempo, los Israelitas llevaron el Sabbath a extremos más legalistas, a un punto en el cual, para el tiempo en que Jesús vino a a tierra, curar en Sabbath era visto como un pecado. Cuando los fariseos vieron a Jesús curando enfermos y recogiendo granos en un cultivo durante el Sabbath (Mateo 12) lo confrontaron, acudiendo a su aparente falta de seguir la ley. Jesús respondió "Sepan que el Hijo del hombre es Señor del sábado." (Mateo 12:8) señalando que el nuevo pacto estaba aquí, en la persona de Cristo. En el relato de Marcos sobre el mismo evento, Jesús responde: "El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado" (Marcos 2:27). En otras palabras, Jesús esta diciendo que por medio de Él, el Sabbath ya no es más un mandato de la ley, sino un regalo de gracia para los cansados. 

¿Qué quiso decir Jesús con que el sábado es ahora para el hombre? ¿Cómo, de manera práctica, podemos aprovechar este regalo? y ¿Cómo podemos descansar hoy, sin volver nuestro descanso legalista y roba vida? Esas son preguntas que responderemos en el último día de este plan.