[Serie El Señor te mantiene a salvo] Camina con Dios cada díaMuestra

Camina con Dios cada día

Dale gracias a Dios que continuará escuchándote con misericordia, bondad y amor cada día de tu vida. El Salmo 116 nos habla de este Maravilloso Dios. Y para meditar más a profundidad este Salmo, lo usaremos como base de tres días en este plan. Porque caminar con Dios cada día está lleno de riquezas que vale la pena que veamos juntos. Este Salmo no parece una obra de un profesional para la liturgia, más bien muestra toda la espontaneidad de una fe vivida en medio de los problemas de la cotidianidad.

En los primeros dos versículos de este Salmo, leemos la seguridad con la que el Salmista dice que cuando clama a Dios, Él lo escucha. Esa misma seguridad afianza que por cuanto esté presto a escuchar, lo invocará todos los días. ¿Qué cosas hablaba el Salmista con Dios? ¿Te lo puedes imaginar hablando diferentes temas con Él? Porque se evidencia que hablaba con Él todos los días. ¿Hablas con Dios todos los días? ¿De qué hablas con Él?

Dios quiere tener una relación con nosotros, quiere que hablemos con Él. El Salmista lo hace con seguridad de ser escuchado. ¿Tú tienes esa misma seguridad de ser escuchado? O, por el contrario, piensas que tus oraciones no pasan el techo de tu casa. Es una sensación extraña, pero a veces presente en los hijos de Dios. Sin embargo, hoy el Salmista nos deja su ejemplo de una seguridad total de que cuando se comunica con Dios, Él lo escucha. Porque la seguridad no viene de quién eres tú, sino de quién es Dios. Aún en la situación más compleja de pecado, si te vuelves a Él y le hablas, Él te escucha. No para decirte, qué bien lo que estás haciendo. Pero para darte Su amor, Su perdón y sacarte de esa condición.

A veces nos sentimos indignos de hablar con Él, entonces preferimos dejar de hablarle. En otras ocasiones creemos que como Dios todo lo sabe, aún los pensamientos antes que lleguen a nuestra boca, sentimos que no hay necesidad de hablar con Él. Pero en realidad, aunque Dios todo lo sepa, espera que Sus hijos lo tomen en cuenta, le hablen y sobre todo lo escuchen. Cuanto más tiempo invertimos en comunicarnos con alguien, más lo conocemos y el Salmista lo sabía.

Oremos

Señor hoy vengo a Ti para pedirte que me perdones, porque sé que me escuchas. Porque no se trata de lo que soy, sino de quién eres Tú. Tú eres Dios, quien creó todo lo que existe y me creaste a mí. Por medio de Tu Hijo Jesucristo, perdonaste mis pecados y me hiciste Tu hijo. Gracias porque puedo hablarte. En el nombre de Jesús, amén.

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