En el cieloMuestra

No habrá más tinieblas ¡tendremos seguridad verdadera! 

Hay estudios que prueban que cuando alguien está pasando por un momento difícil (depresión, luto, estrés, abuso o cualquier tipo de problema en los que puedas pensar) las noches son la parte más difícil del día. Cuando no hay más ruidos y no hay más actividades, trabajo, o diligencias para distraerse, es muy difícil. Tu cuerpo se relaja, estás en tu cama, pero ¡tu mente se vuelve una fuerza imparable! Es como una alarma de incendios que no puedes parar. Piensas y piensas, y no paras de pensar. Tus emociones se despiertan y entonces el descanso ha terminado. 

Para algunas personas, la privación del sueño pasa por la sensación de inseguridad. Todos tus miedos surgen como una tormenta de arena y piensas que no puedes escapar de su voracidad. Desearíamos poder vivir en una ciudad cerrada, con muros altos y guardias las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Se gastan millones de dólares en seguridad todos los años. Pero no nos sentimos seguros físicamente, mentalmente o emocionalmente. 

La tercera verdad en la que nos enfocaremos hoy es la revelación de la seguridad verdadera. ‘’Sus puertas estarán abiertas todo el día, pues allí no habrá noche’’ (Apocalipsis 21:25). La imagen de la ciudad santa que baja del cielo (21:10) describe una ciudad que nunca cierra sus puertas. En la antigüedad, las ciudades solían cerrar sus puertas y tenían guardias en las murallas para garantizar la seguridad de la ciudad. En el cielo, las puertas nunca estarán cerradas, ya que nunca habrá noche. ¡La seguridad verdadera está garantizada!

Estarás preguntándote: ¿Cómo es esto posible? El versículo 27 de Apocalipsis 21 dice que: “Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes…” Dios garantiza la seguridad verdadera porque nada ni nadie que no pertenezca al cielo podrá entrar. ¡Oh, cuánto ansío mi verdadera ciudadanía en el cielo! 

Puede ser que estés pensando: Todo esto es hermoso, pero ¿cómo puedo lidiar con las dificultades que estoy afrontando ahora? En Romanos capítulo 8 versículo 18 Pablo dice: “De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros.” Esta es la perspectiva correcta para tener en el medio del sufrimiento, una perspectiva eterna. El sufrimiento por el que pasamos en la tierra no se compara con la gloria que nos espera en el cielo ya que “… sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes los aman…” (Romanos 8:28). Ponte cómodo en las promesas de Dios y aférrate a ellas.

Pensamiento del Día

Puedo dejar mi carga y confiar que el sufrimiento que puedo estar pasando aquí en la tierra, no se comparan en nada con la gloria y seguridad verdadera que me espera en el cielo.