[Serie Hechos] Dios cumple su propósitoMuestra
Aferrados a las promesas de Dios en la adversidad
Pastor Carlos Castanedo
Cuando leemos acerca de los viajes de los apóstoles a diferentes países para predicar la Palabra del Señor, muchas veces pasamos por alto los peligros, sufrimientos y aventuras que experimentaron. Cuando el apóstol Pablo fue arrestado en Jerusalén, Dios lo animó a seguir adelante porque lo llevaría a Roma para que diera testimonio de Jesús a los gobernantes de esta ciudad.
Dirigiéndose a Roma, Pablo vio todas las caras del sufrimiento, sin embargo, su fe nunca flaqueó. Podemos decir que en su viaje experimentó de todo. Para empezar, iba como un reo, y desde el comienzo del recorrido el barco tuvo dificultades para avanzar por el viento en contra. Pablo percibió que aquel sería un viaje desastroso, y así sucedió. Una tempestad tipo huracán que duró catorce noches los abrazó hasta el punto de que perdieron toda esperanza de salvarse. Pablo se sostuvo en medio de esas adversidades recordando la promesa que Dios le había hecho.
Sabiendo que, tanto la tripulación como los presos habían perdido la esperanza de salir con vida, Pablo, como buen líder de Dios, los anima compartiéndoles que un ángel de Dios le había dicho que nadie moriría, que Dios los llevaría con bien. Pablo da gracias a Dios delante de las 276 personas a bordo y todos comen tranquilos y esperanzados. Poco tiempo después, el barco encalla en unos arrecifes cerca de la costa y se destruye. Nadando o flotando sobre tablas del barco destruido, todos pudieron llegar a una isla cercana y salvarse como Dios lo había prometido. Aquí podemos aprender cómo Pablo se mantuvo siempre firme en medio de la tempestad mientras infundía fe y confianza en un barco lleno de no creyentes.
Al igual que Pablo, cada uno de nosotros recibe una promesa de Dios, pero cuando aparecen las tormentas de la vida perdemos la esperanza. Las tempestades pueden ser problemas en el matrimonio, dificultades con los hijos, crisis de salud o de carácter financiero que nos obligan a olvidarnos de las promesas de Dios. Luego vienen la queja, el desánimo y la depresión porque vivíamos en el engaño de que, porque somos cristianos, la vida será fácil y sin pruebas. Peor aún, a veces la presión nos lleva al punto de pensar que Dios no nos ama.
Responde
Debemos aprender a nunca soltar lo que Dios nos ha prometido, a pesar de las dificultades que surjan en el camino, él nunca las retira. Estamos llamados a ser esos pilares que infunden fe y confianza en Dios a los incrédulos y a los que han perdido la esperanza.
Escrituras
Acerca de este Plan
La serie Hechos, está basada en el libro «Hechos de los apóstoles», que establece el punto de equilibrio entre los Evangelios que narran el ministerio de Jesús y las obras que sus discípulos realizaron en cumplimiento de la Gran Comisión. Hechos es un libro histórico, pero al mismo tiempo inspirador. En este plan veremos los capítulos 22 al 28, donde prevalece la obediencia a Dios a la conveniencia personal.
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Agradecemos a American Bible Society, San Antonio Ora y El Centro Network por proporcionar este plan. En este plan devocional colaboraron los siguientes autores: pastor Oscar R. Guajardo, pastor Oscar S. Guajardo, pastor Carlos Ferreyro, pastor Juan Ramos, pastor Francisco J. Ramos, pastor Alex Henríquez, pastor Carlos Castanedo y pastor Francisco Casas. Si desea conocer más sobre estas organizaciones, siga estos enlaces https://www.americanbible.org/ y https://www.facebook.com/onecityoneheart