Tu viaje a través del dueloMuestra

DÍA TRES: Llevando a Jesús contigo

Dios no hace llover sanidad o consuelo desde "lo alto". En cambio, Él viene para estar con nosotros. 

Una amiga experimentó la muerte de su esposo unos tres años antes de que mi esposo Al falleciera. Cuando se enteró de mi duelo, ella me escribió una nota sorpresivamente corta: “Nadie más que Jesús puede ayudarte ahora”. Esto fue, quizás, lo más amable que pudo haber dicho. 

Si bien es vital que te acerques y aceptes el apoyo de otros en tu viaje a través del duelo, el dolor es, tal vez, lo más solitario en este mundo. Ningún ser humano puede "ir allí" completamente contigo. 

Pero Jesús puede. Él es el único que verdaderamente puede, y quiere hacerlo.

Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús lloró con aquellos que estaban tristes, como con María y Marta, cuyo hermano Lázaro había muerto. 

Jesús no está simplemente en el cielo atendiendo otros asuntos importantes del universo. TÚ eres Su asunto. A través de Su Espíritu Santo, Él está contigo en este mismo instante. 

Tal vez no siempre lo sientas contigo. El duelo pueden nublar tu habilidad para sentir Su presencia, como las nubes oscurecen tu vision del sol. Pero Él está ahí. 

En tus momentos más oscuros, simplemente haz una pausa e invítalo a que esté contigo.