Administracion del tiempo divinoMuestra

Las metas de Dios para la administración de nuestro tiempo

Como entrenadora de administración del tiempo desde 2009, pasé gran parte de mi carrera enseñando distintas habilidades y maneras de pensar para que las cosas se logren, desde establecer prioridades a planificar gestión de tareas. Pero en 2015, Dios me convenció de empezar a integrar mi fe cristiana con mi trabajo. Ahí, comenzó mi descubrimiento de la “administración divina del tiempo", resumida en el Salmo 46:10a (NVI): “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios".

La administración divina del tiempo no es sólo incluir un estudio bíblico en tu agenda diaria, sino también un concepto completamente diferente sobre el tiempo. 

Dios no quiere que idolatremos nuestra habilidad para auto controlarnos y manejar nuestras vidas. En cambio, desea que confiemos en Él en todas las cosas que hagamos. 

El Salmo 127:1-2 (NVI) nos alienta:

“Si el Señor no edifica la casa, 

en vano se esfuerzan los albañiles.

Si el Señor no cuida la ciudad, 

en vano hacen guardia los vigilantes. 

En vano madrugan ustedes 

y se acuestan muy tarde

para comer un pan de fatigas,—

porque Dios lo da a sus amados mientras duermen". 

Para lograr este cambio, tenemos que soltar las metas equivocadas de administración del tiempo (que parecen buenas) y buscar las correctas. 

Algunas metas equivocadas en las que fácilmente podemos caer:

• Control: Pensar que tenemos las cosas controladas y que no necesitamos la ayuda de Dios 
• Placer: Desear sentirse bien todo el tiempo posible
• Logros: Enfocarse exclusivamente en tener todo concluido
• Ser el Super ____: Estar exageradamente disponible para los demás y así ganar autoestima 

¿Alguna te suena familiar? Yo he caído en estas metas mundanas más seguido de lo que me gustaría admitir. Pero las buenas noticias son que podemos retornar a Dios, pedir Su perdón, y redireccionar nuestros corazones hacia Sus deseos para administrar bien nuestro tiempo. 

Así de fácil, sólo di, “Dios, perdón por [meta errónea]. Por favor ayúdame a entender tus metas para mi tiempo y a pensar en ti cuando las uso”. 

Santiago 4:13-16 (NIV) nos advierte que como cristianos es vital que reconozcamos a Dios como el Señor de nuestro tiempo:

“Ahora escuchen esto, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocios y ganaremos dinero». ¡Y eso que ni siquiera saben qué sucederá mañana! ¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece. Más bien, debieran decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala".

Al administrar nuestro tiempo hoy, pongamos nuestra confianza en Dios, no en nosotros mismos.