Serie El sol - Ánimo en lugares oscuros Muestra

La cruz

Nadie desea pasar por pruebas y dificultades. El sufrimiento no forma parte de nuestra naturaleza. En lo más profundo de nuestro ser, algo nos dice que las cosas no deberían ser así, sin embargo, el cristianismo está lleno de paradojas. Una de estas se halla en el libro de Romanos donde se nos dice que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman (Romanos 8:28). Considera que las pruebas, la tentación, las luchas y las dificultades son oportunidades a través de las cuales Dios se revelará a tu vida. 

La mayor paradoja de todas se halla en la cruz. 2 Corintios 5:21 dice: “Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justiciar de Dios”. Por un lado, tenemos nuestro pecado, el pecado del mundo entero. Por el otro lado, a un hombre inocente que nunca pecó. Una persona justa (Jesús), tomó nuestro lugar en la cruz, y todo el castigo que nosotros merecíamos cayó sobre Él. ¿Te imaginas cargando toda la maldad, toda la bajeza moral y lo más bajo de este mundo sobre tus hombros? Fue tan oscuro y doloroso que hasta la creación respondió a la muerte del Creador. Un terremoto sacudió la Tierra y todo el territorio fue cubierto por tinieblas desde el mediodía hasta las tres de la tarde. 

La Biblia hasta nos cuenta que toda la escena se convirtió en un espectáculo que todos vieron. Fue como si Dios ambientara la escena para que todo el mundo observara el momento más crucial de la historia. Tinieblas cubrieron la Tierra y la luz del mundo entregó Su espíritu en las manos del Padre. Jesús anuló la deuda que teníamos pendiente por los requisitos de la ley y la clavó sobre la cruz. ¡Cuán maravilloso es esto! La cruz es sin lugar a dudas el punto central del cristianismo. ¡Jesús tomó su momento más oscuro y lo convirtió en luz! 

Nadie desea pasar por pruebas, pero Dios puede hacer que pases por lo que necesitas a través de lo que no quieres. Jesús pidió al Padre que hiciera pasar de él la copa de su sufrimiento (el sufrimiento en la cruz). Jesús sabía que la cruz no iba a ser fácil. A pesar de ello, consideró que el resultado de todo ello valía la pena. En el Nuevo Testamento, somos llamados a regocijarnos y a exultar en medio de las tribulaciones. Nosotros no sabemos qué es lo que necesitamos, pero Dios sí lo sabe. Por eso, él permitirá que pasemos por pruebas y tribulaciones para producir en nosotros el fruto de nuestra fe. Nunca nos daremos cuenta de que necesitamos más perseverancia, esperanza, un carácter aprobado o más amor por el prójimo. Pero Dios sabe más que nosotros; él sabe qué es lo que realmente necesitamos. 

Pensamiento del día

No desperdicies las pruebas que vienen a tu vida. ¡Dios puede hacer que pases por lo que necesitas a través de lo que no quieres! Haz de la cruz el punto central de tu prueba y deja que el Señor te guíe a través de ella.