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La adoración sucede

¿Cómo puedes saber lo que realmente valoras y, en última instancia, adoras? Traza el camino de tu tiempo, energía, dinero y actividad. Lo que adoras puede ser tan sutil o aparentemente inofensivo como ir de compras, pescar, practicar deportes o incluso fijarte en ti mismo. Quién o qué adoras, moldea tu comportamiento. Por lo tanto, tu comportamiento revela el objeto de tu adoración.

No eres tacaño en cuanto a tu adoración. Se escapa. Entregas toda tu pasión en la búsqueda o estima de ella. Das abundante y generosamente al objeto de tus afectos. Comprarás la ropa, pasarás el tiempo y conducirás las horas necesarias, para hacer o ver lo que adoras.

La adoración fluye sin problemas y sin vergüenza de quién eres. Puede que no te des cuenta, ¡pero eres realmente bueno para adorar! No tienes que trabajar demasiado en ello, simplemente sucede.

Hagas lo que hagas, hazlo con pasión por el Señor. Las Escrituras nos dicen que cualquier esfuerzo que perseguimos, debe ser con todo nuestro corazón como para el Señor. Si tu afecto en esa actividad está dirigido a Jesús, entonces lo que haces es adorar.

El Señor Jesús quien está sentado en el trono de tu corazón, es a quien debes amar. Ninguna otra persona o cosa debe venir antes que Él. Dirige tus afectos a Jesús, el Salvador y Señor de tu vida. En esencia, todo lo que hagas debe ser como si lo estuvieras haciendo para el Señor.

La adoración comprende: actitud y acciones. Al igual que el amor, la adoración abarca tanto algo que sentimos como algo que hacemos. ¿Estás inclinando tu corazón a alguien o algo que no sea Jesús? ¿Harás de Jesús el objeto supremo de tu afecto y adoración?

Padre Celestial, eres la persona más importante en mi vida. Tú me creaste y me redimiste, y por eso estoy eternamente agradecido. Ahora me doy cuenta de que he adorado otras cosas además de ti. Por favor perdóname. Reafirmo que eres el Señor de mi vida y el único a quien adoro. Confío en que tú, Espíritu Santo me enseñes y me equipes para ser mejor adorador.

Este plan de lectura fue tomado del nuevo libro de LaMar Boschman, Auténtico: Explorando los misterios de la adoración real. Si desea obtener el libro de LaMar, visite: Clic aquí