Conectados para adorarMuestra

Dios hizo que lo hiciera

No podía creer lo que veía en la televisión. Una gran SUV negra se detuvo en el juzgado. Tres hombres con trajes negros y gafas de sol saltaron del auto y lo rodearon. Uno de ellos abrió la puerta trasera. La multitud que había estado allí desde el amanecer, comenzó a gritar desaforadamente. “¡Ahí está!” Gritó una mujer. Ahí estaba el guante blanco. No había duda de quién era esta celebridad. “¡Michael!” Gritó la multitud.

Los fanáticos, estaban muy abrumados con la personalidad de Michael Jackson y fascinados por su estatus de estrella. Habían venido de todas partes del mundo para apoyarlo. Una mujer incluso renunció a su trabajo para permanecer fuera del juzgado todos los días durante meses. Estaba dispuesta a pagar lo que costara estar cerca de su ídolo estadounidense. ¿Por qué iría tan lejos para ver a su ídolo? La respuesta es simple: ella está conectada a la adoración.

Cuando los antropólogos estudian una civilización, algo que examinan es lo que adoraban las personas en esa cultura. Cada civilización en la tierra, a través de toda la historia, ha adorado a algo o a alguien. El estudio del culto de una civilización es un estudio de lo que esa cultura valora y estima.

Todo el mundo adora algo. Podrían ser cosas, como estatuas, ídolos, médicos brujos, espíritus, riqueza, poder, nobleza, instituciones, una idea, una fantasía, una divinidad, e incluso el Señor Jesucristo.

Romeo adoraba a Julieta. Julio César adoraba su trono. Una estrella de la NBA adora el baloncesto, y sus fanáticos lo adoran. La adoración es universal. Es inherente a todos los humanos adorar.

Ser un adorador es una condición que Dios puso en el hombre. Dios te creó para ser un adorador. No necesitas ser entrenado en adoración o tener un título en adoración. Viene naturalmente, y es parte de lo que eres.

Dios ha determinado dónde vivirían todos los humanos para que lo busquen y lo encuentren. Ese radar en cada persona está allí, así que lo buscaremos y lo adoraremos. Fuiste creado con un deseo y propensión a adorar. Cada uno de nosotros es, fundamentalmente, un adorador incesante. Así es como fue hecho tu espíritu eterno. Estabas conectado por el Creador para ser un adorador.

«La adoración es un impulso universal, conectado por Dios a la fibra de nuestro ser, y una necesidad inherente de conectar con Dios». (Rick Warren)

Este plan de lectura fue tomado del nuevo libro de LaMar Boschman, Auténtico: Explorando los misterios de la adoración real. Si desea obtener el libro de LaMar, visite: Clic aquí