[Serie Sublime amor] ¿Atracción?Muestra

Jesús, me atraes

Cuando estaba en el instituto bíblico, llegaban personas de otros países a estudiar (de lugares tan distantes como India, Medio Oriente, África) y se sorprendían al ver que en occidente escogemos nuestra pareja porque nos ‘‘enamoramos’’. Nosotros nos sorprendíamos, cuando ellos decían: «en casa, nuestros padres escogen a nuestra esposa». También decían: «Sí, porque no hemos estado casados, cómo vamos a saber escoger esposa o esposo, no sabemos qué nos conviene. Nuestros padres escogen esposa o esposo, porque ellos sí saben quién nos conviene». 

Imagínate que un día tu mamá llegue y diga: «Hija te encontré el esposo perfecto. Es una persona que trabaja impresionantemente. Siempre es puntual en su trabajo. Es muy respetuoso. Honra a sus padres. Es fiel. Lo que él promete siempre lo cumple. Hija este hombre es completamente confiable. Es amable. Es el más caballeroso que puedas encontrar. Es súper paciente». Muchas mujeres se ilusionan, pero no lo han visto, no saben si trae media cara tatuada, ¿cómo sabes su aspecto? Pero, ¿por qué empezaste a sentir atracción? 

¿Por qué Pedro dice: Amas a Jesús, es más te llenas de alegría indescriptible al pensar en Jesús, pero no lo has visto? ¿Por qué te atrae? Por lo que dice Isaías 53: ¿Quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso? Mi siervo creció en la presencia del Señor como un tierno brote verde; como raíz en tierra seca. No había nada hermoso ni majestuoso en su aspecto, nada que nos atrajera hacia él. En otras palabras Jesús, en forma de humano, cuando caminó por esta tierra hace casi 2000 años, no aparecería en una revista o una portada con los artistas famosos porque trajera el mejor vestuario de la semana. Dice que en su aspecto físico no había nada que te atrajera a Él. 

Pero mira lo que dice Isaías: Fue despreciado y rechazado: hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada; fue despreciado, y no nos importó. Entonces dices: «si no había nada físico, ¿por qué estar atraído por Jesús? ¿Por qué me atrae esta persona que se llama Jesucristo?» Por lo que dice a continuación: Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó; fueron nuestros dolores los que lo agobiaron. Y pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios; ¡un castigo por sus propios pecados! Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados.

Es por eso que vemos a Jesús y decimos: « ¡Te amo Jesús! ¡Me atraes! Aunque quizá como humano no eras nada atractivo, las personas te menospreciaban al pasar por la calle; cuando te veo, observo a la persona más atractiva porque eres amoroso, el menos envidioso, el más entregado, bondadoso y paciente».