[Serie Sublime amor] ¿Atracción?Muestra

Una historia de amor

Salomón escribe una historia de amor. Sin importar que Salomón tuviera éxito o no en sus propias relaciones matrimoniales, fue inspirado por el Espíritu Santo para escribir esta historia de amor como una secuencia; un proceso de amor desde la atracción, hasta el matrimonio; quizás conflictos, intimidad y madurez propias del matrimonio. Es importante que lo entendamos, porque veremos el libro Cantar de los cantares como una secuencia, una historia que nos muestra un proceso de madurez del amor. No hay parejas perfectas, solo hay parejas que maduran. No hay amor perfecto, solo hay amor que progresa. Sabes que tienes una buena relación con Jesús cuando tu amor por Él está madurando. 

Esta historia nos ayuda porque nos ilustra verdades bíblicas. Por ejemplo la vida del rey David es una historia. No basamos doctrinas en la vida del rey David, sino que la usamos para ilustrar doctrina que se nos enseña a través de los profetas, Jesús y los apóstoles.

Cantar de los cantares es una historia narrada por medio de un canto, trata de un matrimonio. No edificamos doctrina bíblica sobre ese libro, pero sí nos ayuda a ilustrar verdades bíblicas sobre el matrimonio y por consiguiente, de nuestra relación con Jesús. Porque el matrimonio es un cuadro de nuestra relación con Cristo Jesús. 

En Efesios 5, ¿qué dijo Pablo a los hombres? Hombres amen a su esposa como Cristo amó a la iglesia. Hay varias referencias con respecto a Cristo como el esposo y la iglesia como la esposa. Cantar de los cantares, es una historia que habla del progreso de la relación de un matrimonio. También ilustra verdades bíblicas que los apóstoles, profetas y aún Jesús, enseñaron sobre el matrimonio y nuestra relación con Dios. 

Esta primer parte de la serie se llama «Atracción». Hay un principio bíblico del evangelio claramente explicado de lo que es atracción bíblica y luego será ilustrarlo en Cantar de los cantares.

Pedro dice: Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que nunca lo han visto… aunque ahora no lo ven, confían en él y se gozan con una alegría gloriosa e indescriptible. Nunca lo has visto físicamente, seguramente el Espíritu Santo te ha mostrado visiones, quizás sientes que lo conoces, pero con los ojos físicos no lo hemos visto, lo veremos algún día cuando estemos cara a cara con Él. Pero aún no lo ves, sin embargo, ya lo amas. No lo has visto, pero confías en Él. No lo has visto, pero te alegras con un gozo indescriptible al pensar en Jesús. Pedro continúa: La recompensa por confiar en Él será la salvación de sus almas. 

¿Te sientes atraído por la historia de amor de Jesús?