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El Corazón de la Teología de Pablo: Pablo y Los GálatasMuestra

El Corazón de la Teología de Pablo: Pablo y Los Gálatas

DÍA 3 DE 14

Introducción: Gálatas 1:1-10

En la segunda sección (capítulo 1 versículos 6 al 10), al que hemos llamado la “introducción al problema,” Pablo ataca inmediatamente el problema de la falsa enseñanza en Galacia. El expresó asombro, y advirtió a sus lectores cuán peligroso era seguir a los falsos maestros. Muy claramente, Pablo insistió que rechazar sus enseñanzas era aceptar un falso evangelio. Consideremos la seria maldición que puso a los falsos maestros en el capítulo 1:8:

Más si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. (Gálatas 1:8)

Seguir la enseñanza de los falsos maestros era rechazar el evangelio verdadero de Cristo – era rechazar la salvación misma. Esta sección de la carta hace claro que los problemas en Galacia no eran insignificantes. Los destinos eternos de los Gálatas estaban en juego.

La tercera sección (capítulo 1 versículo 11 al capítulo 2 versículo 21) es más elaborada. Consiste de registros históricos en los que Pablo probó su autoridad. Tres eventos históricos diferentes vienen a primer plano en estos capítulos: el llamado y entrenamiento de Pablo en el capítulo 1 versículos 11 al 17; la reunión de Pablo con los líderes de la iglesia en Jerusalén en el capítulo 2 versículos 1 al 10; y el conflicto de Pablo con Pedro en Antioquía de Siria en el capítulo 2 versículos 11 al 21.

El registro del llamado y entrenamiento de Pablo explica cómo Pablo tuvo la autoridad para resistir circuncidar a los gentiles. Comienza con una descripción de cómo Pablo había amado las tradiciones de Israel. Leamos sus palabras en Gálatas 1:13 al 14,

Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo... y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. (Gálatas 1:13 - 14)

Pero Pablo también explicó cómo su actitud había cambiado. A pesar de su celo por las tradiciones judías, cuando él estaba de viaje por Galacia, Pablo no había requerido que los gentiles se circuncidaran. ¿Cómo pudo haber hecho esto cuando había estado tan comprometido a las tradiciones de Israel? Escucha el testimonio de Pablo en Gálatas 1:15 al 18:

Pero cuando agradó a Dios... revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre… sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén. (Gálatas 1:15-18)

Pablo había pasado tres años en Arabia aprendiendo el evangelio y doctrinas cristianas directamente de Jesús. Su rechazo a requerir que los gentiles se circuncidaran no resultó de un razonamiento natural o preferencia personal. Jesús, el Señor mismo, había enseñado a Pablo sus nuevos puntos de vista. En pocas palabras, no estar de acuerdo con Pablo acerca de este asunto era estar en desacuerdo con Cristo mismo.

  

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