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El Corazón de la Teología de Pablo: Pablo y Los GálatasMuestra

El Corazón de la Teología de Pablo: Pablo y Los Gálatas

DÍA 12 DE 14

El Entendimiento de Pablo sobre la Ley: Gálatas 3:26-29

Los falsos maestros en Galacia animaron a los Gálatas a pensar en su salvación en términos individuales. Su enfoque en la circuncisión y las estipulaciones de la ley de Moisés habían reducido la salvación a un intento individual de vivir justamente, y ganar implícitamente la justificación, al obedecer la ley. En efecto, los hombres, mujeres y niños eran dejados a presentarse ante Dios en base a su mérito personal.

Pero Pablo insistió que ni la justificación ni la vida justa podían ganarse de esta forma. La justificación y la vida justa tenían que venir por medio de la unión con Cristo. En Gálatas 3:26 al 29 Pablo lo expone de esta manera:

Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.(Gálatas 3:26-29)

Los falsos maestros en Galacia de hecho enseñaron que algunos creyentes en la iglesia eran mejores que otros porque cada uno se presentaba ante Dios en base a su propio mérito. Pero estaban equivocados. La verdad es que estamos "revestidos ... con Cristo”, estamos “en Cristo Jesús”. Debido a que estamos unidos a Cristo de esta manera, Dios mira a los cristianos como si estuviera mirando a Cristo mismo. Y porque Cristo es totalmente justo y santo, justificado y merecedor de todas las bendiciones de Abraham, Dios nos ve como justos y santos, justificados y merecedores de las bendiciones también.

Una vez más, la perspectiva de Pablo surgió de su escatología. Pablo enseñó que la transición de esta edad de juicio a la venidera de bendiciones se lleva a cabo durante la vida, la muerte y la resurrección de Cristo. Por su propia obediencia a la ley, Cristo cumplió los requisitos de la ley para todos los creyentes. Por su muerte en lugar de los creyentes — llevando las maldiciones de la ley a favor de ellos — Cristo había cumplido los requisitos de la ley de que el pecado fuera castigado mediante la muerte. Por su resurrección a favor de los creyentes, Cristo y aquellos por quienes murió eran vindicados por el Padre como merecedores de la gloria. Como resultado, cuando los creyentes están unidos a Cristo por fe, Dios los ve como si ellos fueran Cristo mismo, y en esa base los considera haber muerto a la maldición de la ley con Cristo y haber resucitado con Cristo a la nueva vida del siglo por venir. 

Seguir a los falsos maestros de Galacia era rechazar este papel central de Cristo como el heredero de la promesa a Abraham – era requerir a cada individuo el buscar la bendición de un vivir justo por su propio esfuerzo humano. Pablo vio a Cristo como la simiente de Abraham por medio de la cual venía cada aspecto de la salvación, haciendo bien claro que los creyentes reciben las bendiciones de Dios únicamente al estar unidos a Cristo.

  

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