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Ser intencional

Nuestros amigos nos recomendaron alquilar un barco para viajar por los canales durante nuestro viaje de aniversario número 20 en Francia. Así que me convertí en el capitán de mi barco. Nos detuvimos en una estación de amarre entre todos los demás viajeros. Salté fuera del bote y estaba usando un martillo de dos libras para asegurar la popa. Me distraje un momento, y perdí la estaca, el martillo salió volando de mi mano hacia el canal. ¡Toda la multitud que se había reunido para verme golpear el martillo estalló en carcajadas! Un compañero de viaje, un hombre francés llamado Jean Pierre, me dio la señal de "bucear", para ir a buscar el martillo.  Eso no iba a suceder, así que Jean Pierre me trajo su martillo. En ese momento, yo estaba en la estación de amarre de la proa, y no vas a creer lo que sucedió... el martillo de Jean Pierre simplemente también voló de mi mano. No, ¿en serio? ¡Había risas por todos lados!

Traté de pagarle a Jean Pierre por el martillo. Él no aceptó el dinero. Me subí a mi bote sintiendo mucha pena por toda la situación. Mi esposa estaba tratando de consolarme a través de su risa cuando vi a Jean Pierre subir las escaleras de nuestro bote con cuatro copas y una botella de vino. Abrió el vino e hizo un brindis. Después de mucho esfuerzo para traducir su brindis, nos dimos cuenta de que dijo: «El martillo valió la risa».

¡Increíble! Un extraño tomó la iniciativa de conectarse conmigo, y eso me hizo sentir bien. Jean Pierre era un ser humano encantador, y aprendí estas tres cosas de él:

Iniciativa: pudo haberse quedado en su bote, pero se acercó para animarme. Simplemente subió sin ser invitado para animarme y asegurarme que todo estaba perdonado. Dios ha tomado la iniciativa de reconciliarse con los hombres. Envió a su hijo Jesús porque quería una relación contigo y conmigo.

Vulnerabilidad: puedo ser yo mismo. Incluso cuando no nos entendíamos del todo, pudimos comunicar cosas importantes. Jesús dice que no tenemos que tenerlo todo en orden para ir a Él. Ve, tal cual eres.

Gracia: Jean Pierre podría haberme cobrado mil dólares por su martillo, y yo lo habría pagado de alguna manera porque me sentía muy mal por lo que había sucedido. La gracia no necesita ganarse, sino disfrutarse. Recibe el don de la gracia.

Esta será una semana atareada. Intencionalmente, proponte conectarte con las personas que están buscando a alguien que diga: «Te veo. Me interesas.» Padre Celestial, gracias por la iniciativa que tomaste y la gracia que ofreciste. Muéstrame dónde puedo ir más despacio para notar a las personas que traes a mi vida.

Hoy recibo tu gracia. Muéstrame dónde puedo bajar la velocidad del ritmo de mi vida, para notar a otros y extender tu gracia hacia ellos.

Esperamos que hayas disfrutado el contenido de hoy. Te damos la bienvenida para ver el mensaje completo de la Iglesia de River Pointe en inglés: https://www.riverpointe.org/sermon/be-present/